El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, junto a la directora general de la Agencia Valenciana Antidespoblamiento, Jeanette Segarra. EFE
La directora general de la Agencia Valenciana Antidespoblación (AVANT), Jeanette Segarra, ha afirmado que este organismo trabajará "codo con codo" con los ayuntamientos para frenar "el gran reto de la despoblación".
Segarra ha tomado posesión de su cargo en un acto en la Casa dels Caragols de Castelló al que ha asistido el president de la Generalitat, Ximo Puig.
La exdiputada autonómica y exalcaldesa de Llutxent dirigirá este nuevo organismo, con sede en Castelló, junto con Evaristo Martí, alcalde socialista de Rossell, quien ocupará el cargo de asesor de presidencia adjunto.
La Agencia Valenciana Antidespoblación tiene una función básica para su nueva directora: no permitir que los pueblos "se sigan vaciando", trabajando "codo con codo" con los ayuntamientos.
Jeanette Segarra, que ha asegurado entender el contexto de los pueblos del interior y la realidad diferenciada entre pueblos y ciudades al haber sido durante años alcaldesa de Llutxent, ha afirmado que en la Comunitat Valenciana "cada día los desequilibrios territoriales son mayores".
Los principales problemas en las comarcas del interior son las dificultades económicas y de transporte público, el acceso limitado a las nuevas tecnologías, el cierre de comercios, la desaparición de las entidades bancarias y de las farmacias de guardia y la salida de la población joven.
"Hemos de actuar contra las cifras de la despoblación poniendo en la agenda política esta preocupante realidad", ha subrayado Segarra, quien apuesta por revertir la situación "analizando, diagnosticando, proponiendo, invirtiendo y modificando".
Por su parte, Evaristo Martí ha mostrado su satisfacción por su cargo en la Agencia, un "gran reto" al que aportará, ha dicho, la experiencia de 36 años como concejal y 20 de alcalde, y se ha puesto a disposición de otras instituciones "ante un problema tan importante".
El president de la Generalitat ha asegurado que el compromiso tiene que ser "poner todos los elementos necesarios para que todas las personas que quieran puedan vivir en dignidad en nuestros pueblos".
Para el presidente, "si no somos capaces de superar este fraccionamiento de población terminará sufriendo toda la comunidad".
"Es el momento de la acción conjunta y es muy positivo que podamos alinear todas las acciones y recursos para solucionar una cuestión que no tiene una solución fácil", ha apostillado Puig, para quien puede haber consecuencias "en nuestra propia identidad".
La lucha contra la despoblación necesita ser tratada "por encima de bipartidismo y con todo el conjunto de las conselleries del Gobierno valenciano", los ayuntamientos y las diputaciones, ha asegurado el presidente, ya que afecta específicamente a toda la zona interior de la provincia de Castellón, algunas comarcas de Valencia y otras, aunque en menor medida, de Alicante.
El objetivo de la Generalitat es "la cohesión de todo el territorio valenciano" y para ello es importante plantear "la descentralización institucional" ya que "las ciudades también tienen que tener una visión de lo que significa la Comunitat Valenciana".
De los 542 municipios de la Comunitat Valenciana, 215 cuentan con una población inferior a los 1.000 habitantes y en ellos el porcentaje de población dependiente supera el 60 %.
En las zonas del interior de la Comunitat viven 72.000 personas, que habitan zonas con una densidad de población de menos de 20 habitantes por kilómetro cuadrado. Asimismo, en las últimas seis décadas han quedado abandonados en el territorio valenciano 500 núcleos de población.
El Fondo de Cooperación Municipal destina una línea específica a tal fin y en 2018 se han distribuido 3 millones de euros entre 143 municipios en riesgo de despoblación. Para este ejercicio se ha dotado la línea de ayudas con 3 millones de euros.
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