El alcalde y varios concejales visitaron las obras del Marvi. FOTO EPDA
El alcalde de
Sagunto, Alfredo Castelló, acompañado por los concejales Sergio Muniesa y Juan
Serrano, además de técnicos municipales, ha visitado el edificio situado en la
calle Valencia, antiguo cine Marvi, en cuya planta baja se encuentran los
restos de una antigua domus romana, conocida como “la Domus dels Peixos”, por el
motivo de los restos murales hallados.
Mediante una
inversión de 350.000 euros procedente del Plan Confianza, la empresa Secopsa
está llevando a cabo, por encargo del Ayuntamiento de Sagunto, las actuaciones
necesarias para la puesta en valor de estos restos arqueológicos y la posterior
conversión de la zona en un museo explicativo de la vida doméstica en la ciudad
alto imperial romana.
El objetivo de la actuación no es otro que
acercar, una vez más, la historia de Sagunto y su rico patrimonio histórico
tanto a sus habitantes como a sus visitantes. Para ello, el futuro museo
arqueológico contará con paneles y guiones explicativos en castellano,
valenciano, inglés y braille; y mostrará, entre otras cosas, la disposición de
los espacios en las viviendas de la ciudad en aquella época o los métodos que
se utilizaban para la decoración.
Alfredo
Castelló ha asegurado que “ésta es una piedra importante para ayudar a poner
en marcha el turismo cultural” ya que, según ha recalcado, “Sagunto es
Castillo y Teatro Romano, pero también son las calzadas romanas, las domus, la
puerta del Circo Romano y, en general, todo el patrimonio histórico que estamos
poniendo en valor en esta legislatura, gracias a la financiación prácticamente
total del Plan Confianza de la
Generalitat, que ronda los 5 millones de euros”.
Tras la demolición
del cine Marvi y las excavaciones que tuvieron lugar a partir de 2002, los
arqueólogos documentaron la existencia de una domus romana, cuya estructura se
conservaba casi intacta. Así, pudieron percibir la disposición de los
diferentes espacios domésticos, cuya planificación axial resulta un ejemplo de
típica vivienda pompeyana.
En el eje central que comienza con la entrada a la
vivienda desde la calle, se distinguen un vestíbulum; un atrio con impluvium
(una especie de estanque de recogida de aguas pluviales), en cuyos murales se
pueden apreciar los motivos de peces que han dado nombre a la vivienda; y un tablinium,
o habitación destinada al señor de la casa.
Además, también se puede distinguir
una tabernae a un lado de la entrada, con acceso tanto a la calle por el
exterior, como a la vivienda por el interior, por lo que se deduce que el dueño
de la taberna y el de la casa fueron, al menos durante un tiempo, la misma
persona. Otras estancias documentadas son una culina (cocina) y un balneo,
es decir, un baño privado que, aunque queda alejado del concepto termae
con calefacción, denota que los propietarios pertenecían a una clase social
alta.
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