Carlos Herrera. Después de haber leído el escrito de esta trabajadora del Ayuntamiento, el equipo
de gobierno y un servidor al frente como alcalde, nos vemos en la obligación de
responder a ciertas acusaciones que esta empleada ha hecho.
Lo primero que me gustaría decir, para que se sepa de que persona estamos
hablando, durante los 4 años que este equipo de gobierno está al frente de la
alcaldía, esta persona ha estado más o menos el 60% de este tiempo de baja por
diversos motivos: dolores de espalda o depresión, su favorito.
Como ya ha comentado esta trabajadora, entró en el Ayuntamiento como
limpiadora. Y cuando cambió el equipo de gobierno al Partido Popular, era tan
eficiente y tenia unos dotes tan fantásticos, que cuando cerró el colegio por
vacaciones, se le ofreció un puesto de trabajo en el Ayuntamiento de oficinista,
¿qué les parece?
Todo esto cuando los empleados estaban de vacaciones, ¿qué trabajos realizaría?
Seguro que alguna cosa especial y, con el tiempo, lo supimos.
Pero como ella ha dicho, en un Ayuntamiento pueden haber diferentes puestos de
trabajo, pero no pueden ser ocupados así como así y hay unas reglas que se deben
seguir, o al menos así lo hacen en todos los Ayuntamientos.
Dicho esto y, por si no lo saben, la forma correcta de acceder a estos puestos de
trabajo es mediante una oposición, para que así puedan optar a ellos todas las
personas interesadas. Pero en este caso no fue así, ella ocupó una plaza de auxiliar
de servicios, ¿quién se lo propuso?, ¿el cartero?, ¿algún vecino?, NO! Fue el señor
Terrádez, alcalde de nuestro pueblo durante ese tiempo y si no me equivoco su
pareja, ¿o no?
El señor Terrádez debería saber que en un Ayuntamiento no se pueden colocar
personas a dedo, pues como ya he dicho anteriormente, se realiza mediante una
oposición a estos puestos.
¿Cómo es capaz de decir que esta contratación ha sido beneficiosa para el pueblo?
¿Usted cree que el pueblo es tonto? La única persona beneficiada en dicha
contratación, fue usted. Fíjense, de tener un salario de limpieza pasa a tener uno de
oficina y, hay que contratar a otra persona para que realice servicios de limpieza,
por lo que hemos pasado de tener uno a dos sueldos, ¿dónde esta el beneficio del
que nos habla?
Y ya que hablamos de beneficios, solamente usted tiene un horario de trabajo
hecho a su medida. Y en cuanto al salario que tiene, es el que le pertenece con sus
aumentos y pagas correspondientes, como cualquier otro trabajador del
Ayuntamiento. Lo único que no cobra usted en estos momentos son las horas
extras de las que disponía antes.
En cuanto a los constantes ataques que, según usted, está recibiendo por el actual
equipo de gobierno y sus compañeros de trabajo: escuchitas, reuniones en la que
se la excluye… ¿cómo se atreve usted a decir semejantes mentiras? Siempre se le
ha tratado con respeto y educación por parte de todos y nadie le puede hacer ni le
hace responsable de nada que tenga que ver con el anterior equipo de gobierno.
¿Se cree usted tan importante para que el equipo de gobierno actual pierda el
tiempo con usted?
Respecto a la insinuación de “masaje”, le voy a decir que los delirios amorosos que
mantuvo en este Ayuntamiento ya fueron más que suficientes, no crea que todos
somos iguales, lo más cerca que he estado de usted ha sido lo que mide una mesa
de despacho como las que tenemos en este Ayuntamiento.
Y a su pregunta ¿qué tengo que hacer?, es muy sencilla la contestación. Deje de
llorar y engañar a los vecinos de Alfara e incorpórese al puesto de trabajo que le
pertenece.
Por último, también sé que no es usted a quien debo dirigirme, estos artículos solo
los puede escribir alguien con muy malas entrañas y todos saben que hay personas
que quieren aprovechar cualquier momento para intentar desprestigiar a los
demás con embustes, idioteces y faltas de inteligencia.
Ya no saben que hacer contra el actual equipo de gobierno, no dudan en utilizar a
las personas para intentar, a base de mentiras, arremeter en lo personal.
Ya todo les vale, ¡qué jodidos estarán! A nosotros, curiosamente, esto nos hace cada
vez más fuertes.
Cuando escoges tu comportamiento, escoges también tus consecuencias.
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