Aznar, Bonig y Català en el acto celebrado ayer en ValènciaEl expresidente del Gobierno José María Aznar ha aseguró ayer que "a él nadie le dice a la cara derechita cobarde" porque "no le aguanta la mirada", al tiempo que pidió que el voto de centro derecha "se concentre en el PP y nada más que en el PP".
En un acto-mitin en València, junto a las candidatas populares a la Generalitat, Isabel Bonig, y València, María José Catalá, el expresidente se refirió así, sin mencionarlo, a unas declaraciones que hizo Santiago Abascal, el líder de Vox en un mitin el pasado mes de octubre en Vistalegre.
Durante su discurso, reivindicó su legado y sostuvo: "A mí nadie me dice a la cara derechita cobarde porque no me aguanta la mirada".
"No se trata de repartir armas a nadie sino de juntar votos a favor de España", apuntó también después de que Santiago Abascal defendiera recientemente un cambio legal para que se puedan usar armas como defensa personal.
Aznar se ha mostró "muy preocupado" porque en las elecciones generales del 28A, que a su juicio son "cruciales", se juega "el legado de la Transición española".
En su opinión, el espacio de centro izquierda tiene ventaja porque "concentra su voto en el PSOE, mientras podemistas chavistas se van derrumbando", pero en el espacio de centro derecha, "donde antes era uno, ahora son tres".
"Cuando uno va unido a las elecciones, tiene muchísimas posibilidades de ganarlas y cuando va dividido tiene muchísimas posibilidades de perderlas", ha apuntado el expresidente.
Por eso, pidió: "Concentremos el voto en el PP o corremos el riesgo, no solo de no ganar, sino de que se vayan la Transición democrática y la Constitución".
Reconoció que se "siente identificado con Pablo Casado al frente" del Partido Popular, ya que "es un líder formidable".
Aznar también defendió que España necesita un gobierno "fuerte" que "ponga fin al secesionismo de esa pandilla de incompetentes que son los que gobiernan en Cataluña".
Indicó que en las generales, o se elige de presidente a Casado o a Pedro Sánchez, "un plagiador de tesis doctorales, especialista en colchones y que sabe pactar con secesionistas a costa de lo que sea".
"El precio de la nueva coalición del PSOE de Sánchez, Podemos, los secesionistas y los cachorros de ETA es el indulto a los golpistas y consultas en Cataluña y otras zonas de España", auguró.
Durante el acto, la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, defendió que el PP es un "partido de futuro, de esperanza, de igualdad y de oportunidades para todos".
Calificó a la "coalición sanchista a la valenciana de izquierda" en la Comunitat como una "pesadilla" que "siempre ha preferido ser catalanes de segunda que valencianos de primera" y acusó de "necesitar la confrontación para que prosperen las ideas" porque sin ella "su proyecto político no tiene éxito".
Bonig admitió errores pero recordó que han pedido perdón y lo "han pagado". "Jamás" pedirá perdón por ser presidenta del PPCV, dijo.
Explicó que su partido propone el fortalecimiento del Estado de derecho y recuperar el prestigio de las instituciones, así como "libertad absoluta" económica, cívica y educativa.
Bonig opinó que la "pacífica convivencia es el mejor antídoto frente al nacionalismo que quiere anidar en la Comunitat".
"El PP no se lo va a permitir", sentenció y pidió el voto a quien quiera su "buena gestión, sus programas, sus reformas estructurales, su eficacia, gestión y avances sociales".
La candidata popular a la alcaldía de València, María José Catalá, instó a "defender con orgullo y la cabeza bien alta lo que ha hecho bien el PP en la ciudad" y a "liberarla de imposiciones, del sectarismo, de la mala gestión".
Catalá instó también ha defender la Comunitat y España "de los que gobiernan con los que quieren romper nuestro país y con los separatistas, con los batasunos, con los golpistas y los que quieren cambiar el sillón por la unidad de España".
Pidió que confíen en el PP porque ni ella ni Bonig ni el presidente nacional, Pablo Casado, van a "defraudar" ni "decepcionar" a nadie.
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