Sergio Muniesa. Hace
quince días se anunciaba a bombo y platillo que las playas de nuestro municipio
estaban listas para el inicio de una nueva temporada de playas, e informaban
que se contaba con los socorristas, nuevas torres de vigilancia como las de las
playas de California, … ¡vamos lo más parecido a las playas de Santa Mónica y
los vigilantes de la playa!
El
problema de los anuncios es que luego está la realidad y la contundencia de los
hechos cuando, pocos días más tarde, los hechos demostraban la apertura de
postas bajo mínimos y con 11 socorristas menos, sin uniformes, con zonas sin
balizar, sin delimitación de la zona de baño con la de entrada y salida de
embarcaciones, sin mástiles donde ondear banderas que indiquen si es
aconsejable o no el baño,ausencia de material …
Algo
que según los propios profesionales puso “en riesgo sus vidas y las de los
bañistas”, con una situación crítica el primer fin de semana donde se produjo
un rescate en donde no había ni ambulancia, ni médico.
Esta
falta absoluta de previsión y de trabajo tiene el sello inconfundible del
anterior equipo de gobierno que, por boca de la anterior responsable del área,
pretende salvar el desastre con una elocuente afirmación, “más no pudo hacer”,
ante la queja defalta de personal y material.
Y
eso, que se retrasó el inicio de la temporada del 1 al 15 de junio por
problemas a la hora de contratar el servicio de ambulancias, ¡menos mal!
Es
lógico pensar que todos estos errores son achacables al anterior gobierno,
incapaz,como nos acostumbró, a solucionar nada. Es malo que le dejen el marrón
al nuevo que entra, pero es peor porque ¡son los mismoslos que ahora conforman
el nuevo! y la única propuesta hasta la fecha conocida es haber dado luz verde
a realizar más horas extras ante la falta de socorristas, con el consecuente
incremento de gasto que debe ser sufragado por todos.
A
lo largo de estas semanas vemos como todo sigue más o menos igual, sin
soluciones efectivas,ante la falta de material, deficiencia en el mantenimiento
de elementos como quads o embarcaciones, falta de balizamiento y que implica
falta de seguridad para los bañistas y todo,con un
gobierno que, como el anterior, en sus primeros pasos, sigue dando muestras de
falta de respuesta, y no les vale la excusa de que la culpa es de los que
estaban porque son ellos mismos, junto a los socios que han vuelto a elegir.
Mientrasel
nuevo alcalde busca soluciones,esperemos que esta merma en la calidad y la
seguridad no signifique la pérdida de alguno de los distintivos que ondean en
nuestras playas, que ejemplos en el pasado, ya los ha habido.
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