Una persona fotografía el oleaje de la playa, esta mañana en Castellón. EFE
La localidad de Benicarló continúa en alerta aunque con una situación más tranquila que la pasada noche después de registrar 246 litros por metro cuadrado en 24 horas, la mitad de lo que media anual de precipitaciones que se sitúa en 508 litros por metro cuadrado, según fuentes municipales.
Pese a los cuantiosos daños materiales causados por las lluvias torrenciales en la población, no hay que lamentar ningún daño personal, según ha explicado a EFE la alcaldesa del municipio, Xaro Miralles.
Miralles ha manifestado que la situación está controlada pero se sigue trabajando en los accesos al municipio, especialmente en la N-340 -que ya está abierta- y en la CV-135 que conecta con Càlig, ya que se intenta que la gente pueda llegar por esta última vía al polígono industrial.
El Camí Sant Gregori está cortado y anegado de agua, ha dicho la primera edil, y los efectivos de emergencias trabajan también en un aparcamiento municipal totalmente inundado.
La alcaldesa ha agradecido a los vecinos que hayan atendido las recomendaciones y hayan actuado con prudencia, lo que ha contribuido a mantener la seguridad de todos en una noche "larga y complicada".
Miralles ha pedido a los vecinos que no se acerquen a los rambla Cervera, por la que baja el agua "con muchísima fuerza" y al resto de barrancos del municipio que también contienen un gran caudal.
Los autobuses en la localidad están funcionando con normalidad, según fuentes municipales, ya que en el casco urbano se puede circular.
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