Logo de la asociación. /EPDA Ante las protestas que se están produciendo en Benimámet a causa de la noticia de la construcción de un centro multifunción, algunas personas no podemos menos que mostrar nuestra decepción y tristeza por los mensajes de miedo y odio escuchados en estas protestas.
Desde Cantarranes, sabemos de la necesidad de Benimàmet de los espacios largamente reivindicados por el barrio, como un Centro Municipal de Servicios Sociales, un Centro de Día para personas mayores, la ampliación del Centro de Salud o un espacio de ocio para jóvenes.
De pronto, con la previsión de construir un Centro de Recepción de Menores, se observa el rechazo de una parte de la ciudadanía de esta pedanía de Valencia, pero no todas estamos en esa postura: La Asociación Cultural Cantarranes NO está en contra del Centro de Menores.
Hemos podido leer en prensa que TODO Benimámet está en la calle secundando estas protestas, cuando la realidad es que también somos MUCHAS las personas que no estamos en ellas. Somos muchas las que rechazamos el rechazo, que creemos que se produce por la falta de información, por la desinformación interesada y por la manipulación de los mensajes que se vierten con ideas incendiarias sobre estos niños, niñas y adolescentes, posibles usuarios de estas instalaciones, criminalizados hasta la saciedad sin tener criterios claros de la realidad.
Veamos algunas cuestiones a tener en cuenta y que no se han explicado convenientemente, ya que los niños, niñas y adolescentes que pudieran utilizar estas instalaciones tendrán situaciones vitales muy complejas y de gran vulnerabilidad, pero desde luego no son delincuentes ni violadores:
¿Qué es que un niño o niña esté en situación de desamparo?
La situación de desamparo se da cuando:
a) El niño, niña o adolescente es abandonado por parte de su familia.
b) Cuando ha recibido malos tratos físicos o psíquicos.
c) Que exista un trastorno mental grave de quienes ostenten la patria potestad o la tutela,que impida o limite gravemente los deberes de asistencia que conlleva.
d) Alcoholismo o drogadicción habitual en las personas que integran la unidad familiar, y en especial de quienes ostenten la patria potestad o la tutela.
e) Abusos sexuales o comportamientos o actitudes de violencia grave por parte de familiares o terceros en la unidad familiar del menor.
f) Inducción del menor a la mendicidad, la delincuencia, la prostitución o cualquier otra forma de explotación económica o sexual del menor de análoga naturaleza.
g) Y, en general, cuando exista cualquier desprotección moral o material de los mismos.
¿Quién la declara?
Esta situación la declara la Conselleria competente en materia de servicios sociales, a propuesta de la Comisión de adopción, acogimiento y tutela, por resolución expresa y motivada, en la que se expresarán los hechos que motivan la declaración.
La resolución administrativa que declara la situación de desamparo de un menor determina que su tutela pasa a la Administración Pública quien asume su guarda y viene obligada a velar por él, alimentarlo, educarlo y procurarle una formación integral.
¿Qué pasa en el pueblo o barrio donde se instala un centro de menores?
Primero aclarar que hay diferentes tipos de centros en el ámbito de la familia, infancia y juventud que cuentan con diferentes servicios:
• Centros de acogida de menores
• Centros de recepción
• Centros de emancipación
• Centros de reforma
• Centros de día de menores
• Programas de Medio Abierto
En el caso que nos ocupa sería un centro de recepción en el que los niños, niñas y adolescentes no estarían más de 45 días, ya que su estancia es solo mientras se busca y tramita otro tipo de solución como las familias acogedoras o de adopción, o un centro de acogida.
Esto significa que estos chicos y chicas ni siquiera van a ser escolarizados en los colegios o instituto de Benimámet, siendo atendidos en todo momento por el personal del propio centro.
Por lo que el argumento que se esgrime en contra del centro por aquello de no tener nada que ofrecerles a estos niños y niñas, se cae por su propio peso, ya que no es necesario que el barrio ofrezca nada, sino que en estos centros se cuenta con los recursos suficientes para poderles atender en todo momento.
Sin embargo, la prestación de este servicio nos ayudaría a reforzar esas reivindicaciones de más y mejores servicios en nuestra pedanía, además de generar puestos de trabajo y movimiento económico.
Esta iniciativa, a nuestro parecer, no debería verse como una imposición negativa y desastrosa, sino todo lo contrario, como una oportunidad para crecer como pueblo acogedor y demostrar que, a pesar de nuestras necesidades, también tenemos mucho que ofrecer.
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