Bomberos y brigadas trabajan en un nuevo plan para proteger la evacuación de vecinos y áreas de gran interés forestal

Los bomberos analizan la situación de un incendio. FOTO: DIVAL

El pasado 24 de marzo un incendio en Barx (La Safor), el primer gran forestal de 2013, arrasó 266 hectáreas de monte. Se trata del cuarto siniestro de estas características que se registra desde 2002 en el macizo del Mondúber y que en esta ocasión obligó a evacuar a los vecinos de dos urbanizaciones de viviendas y a los residentes de un geriátrico. Una evacuación preventiva según Benito Serrano, técnico forestal del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, “porque había tiempo suficiente y porque se trataba de gente mayor pero podríamos perfectamente haberlos confinado en sus casas porque contábamos con una franja cortafuegos que rodeaba la Drova”.

De hecho, tal como relata Serrano, “contar con esta franja nos dio la vida porque nos facilitó mucho el trabajo a la hora de ubicar medios para proteger las viviendas”. Esa franja es una actuación que forma parte de uno de los principales proyectos que están realizando el Consorcio de Bomberos en colaboración con las Brigadas Forestales de Imelsa, pertenecientes a la Diputación de Valencia.

Desde el área forestal del Consorcio se mantienen periódicamente reuniones con todos los organismos que intervienen en las campañas forestales. “Ya al inicio de 2012, a raíz de una reunión con Imelsa, surge la necesidad de concentrar el trabajo de las brigadas de la Diputación en tareas de mayor envergadura de cara a la gestión de incendios forestales. Así se pone en marcha un plan conjunto entre los técnicos forestales del Consorcio y los coordinadores de Imelsa, además de las brigadas forestales de la Generalitat y la Conselleria de Medio Ambiente”.

Protección de zonas habitadas y de mayor interés forestal

El proyecto se divide en dos grandes líneas: la defensa de urbanizaciones y zonas habitadas y la apertura de áreas de cortafuegos con fajas auxiliares en zonas de alto interés medioambiental. “Para realizar dichas áreas cortafuegos se parte de caminos rurales para que el impacto sea el menor posible en la flora de la zona. De manera progresiva se va eliminando el matorral, respetando las especies protegidas y dejando pies arbóreos, lo que se conoce como una fracción de cavidad cubierta (FCC)”, detalla Benito Serrano.

“Traducido en metros significa que te vas a encontrar una franja tratada de entre 45 metros, en los puntos mas pequeños, y 90 en los más grandes, que se va a convertir en una oportunidad de extinción, una divisoria donde nuestros efectivos pueden efectuar un ataque al incendio”. “Son actuaciones que no representan un gran coste económico pero lo que no tiene precio es la repercusión que pueden tener en la vida y en los bienes de las personas”, destaca.

Por su parte, el coordinador general de las Brigadas Forestales de Imelsa, Salvador Ros, ha destacado “la importancia capital de las actuaciones de limpieza de monte que se llevan a cabo durante los meses de invierno, porque son muchos los conatos de incendio que se consiguen controlar en su fase inicial gracias a esta labor”.

Las principales actuaciones del Plan de Autoprotección Forestal se han realizado en cuatro zonas. En Barx, en la zona de la Drova; en el paraje del Cubo en la zona de Calles y Tuéjar; en Andilla y en Olocau. “Ahora estamos estudiando en qué otras zonas podemos seguir con este proyecto. Los coordinadores forestales del Consorcio Provincial están recabando información para proponer nuevas líneas de defensa para que los brigadistas de Imelsa puedan efectuar su trabajo y empezar a trabajar de cara a la campaña forestal 2014”, ha avanzado Serrano.

Respecto a la campaña forestal de 2013, Benito Serrano se muestra poco optimista. “Se presenta muy dura si no empieza a llover. En el incendio de Barx había llovido mas de 100 litros por metro cuadrado en febrero y fue un polvorín”.