Amparo Folgado Hace unos días asistíamos a los debates de No investidura de Pedro Sánchez y debo reconocer que la situación creada me parecía muy similar a la producida por la película de Luis Buñuel en el “Ángel exterminador”. Recuerdo que la vi siendo una niña y que ya entonces me dejo un marcado recuerdo en mi mente, no podía entender como un grupo de personas era incapaz de salir de una habitación cuando no había ningún motivo aparente que así se lo impidiera.
Ver como un grupo de personas, acomodadas, se dedicaba a comer y beber, que pasaban los días y los alimentos escaseaban, pero que eran incapaces de salir de aquella habitación era incompresible y surrealista. Igual de incompresibles han sido los debates y las fallidas investiduras de Pedro Sánchez. Pudimos ver sus propuestas de engaños y guiños a Unidas Podemos. Asistimos a sus reproches y dramatizaciones, a sus cordones sanitarios, a la escenificación de “un quiero y no puedo”, de un “quiero y no debo”. Un espectáculo que evidenciaba la realidad de no tener una suficiente mayoría parlamentaria, pero creer que la tienes. Una realidad ficticia solamente creída por su propio interprete. Como en la propia película, la gente del pueblo y los trabajadores vieron que ese no era el camino, que había una salida, y la tomaron. En el debate de las Cortes se dejo claro que la sociedad y los partidos constitucionalistas le daban el No a Pedro Sánchez. Un NO de investidura, pero un Si a dejar atrás posicionamientos secesionistas y radicales. En estos días los ciudadanos le están pidiendo a Pedro Sánchez que salga de su habitación de lujos, de avión presidencial, de gobierno en funciones. Le están pidiendo que busque la puerta de salida. Simplemente, como le pide el Partido Popular, que sea capaz de formar gobierno o que convoque elecciones.
España y los españoles no pueden seguir más tiempo con unos presupuestos prorrogados, presupuestos que son gracias al Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy. España necesita un gobierno, necesita un Presidente que piense, hable y viva por España. Un Presidente que trabaje por todos los españoles. Una persona de consenso, con valores y con un proyecto real para España. Un Gobierno, un futuro, un Presidente: Pablo Casado.
Saquemos a España de la habitación sin salida que nos ha puesto Pedro Sánchez, de la situación surrealista que no se puede justificar ni explicar. Simplemente, salgamos hacia el futuro.
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