Concentración en Alicante de profesionales del sector de la hostelería y el ocio. EFE Un centenar de hosteleros en representación del sector de la tres provincias valencianas ha protagonizado una cacerolada ante la sede de la Generalitat en la ciudad de Alicante para exigir la apertura de los establecimientos y no solamente las terrazas sino también el interior.
El presidente de la Coordinadora de Ocio y Hostelería de la Comunitat Valenciana, Lalo Díez, ha relatado a los periodistas que, en representación de 16 asociaciones, quieren trasladar al Consell que quieren "trabajar" porque el sector "no es el responsable de la situación epidemiológica" en el territorio valenciano.
Lo han hecho golpeando las cacerolas y mostrando carteles a modo de facturas que no pueden pagar frente a la Delegación de la Generalitat, la conocida como Casa de las Brujas, en la alicantina avenida de Doctor Gadea.
Ha pedido un tratamiento similar a Madrid, donde "pueden trabajar hasta las 11" de la noche, y no sentirse como si tuvieran "la peste" en una comunidad "que tiene la situación más restrictiva con la hostelería" del país, según Díez.
"Se nos ha criminalizado y nos dan unas ayudas que son una limosna y que en el mejor de los casos cobraremos a finales de marzo", ha proseguido el presidente de los hosteleros, quien ha recordado que llevan desde el 19 de enero cerrados y que padecen una "ruina".
Ha recalcado que la hostelería no es la culpable de los contagios de la covid-19 como se refleja en los informes del Ministerio de Sanidad que apuntan que únicamente el 2,9 por ciento de los contagios han sido en este tipo de establecimientos.
Las asociaciones de la hostelería "no quieren ser engañados otra vez" el 1 de marzo con más medidas restrictivas a un sector que, en contra de la criminalización que cree que sufre, "es una garantía" por las medidas de seguridad que cumple y la distancia frente a los botellones y fiestas privadas que proliferan.
En todo caso, Díez ha advertido de que "abrir solo las terrazas no es la solución" para unas empresas que deben rescatar trabajadores de los ERTE y llenar las cámaras, y muchos de cuyos asociados son bares "pequeñitos" sin terrazas.
"Tenemos familias que tienen que comer y no podemos seguir aguantando mucho tiempo más", ha recalcado el presidente de la Coordinadora de Ocio y Hostelería de la Comunitat Valenciana, quien ha reclamado el derecho a trabajar.
Ha asegurado que el sector está abierto al diálogo con la Generalitat pero también ha recordado que se han interpuesto 497 demandas patrimoniales por las pérdidas, dentro de un sector donde se calcula en España que alrededor del 30 por ciento está abocado al cierre definitivo.
Díez ha puesto de manifiesto que la hostelería ha sido durante muchos años "santo y seña de la Comunitat Valenciana" y que "los políticos de todos los partidos sacaban 'la barriga' de los restaurantes, de los musicales y del ocio".
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