Rafa Tomás.
Si reflexionamos sobre lo que está pasando en España, en
Europa y en todo el mundo, es razonable que nos hagamos este tipo de preguntas,
porque la realidad nos presenta cada día un predominio inexplicable de los
planteamientos más cerrados y de las prácticas, no sólo políticas, sino también
sociales, más injustas, más insolidarias y más conservadoras. A la sociedad se
le duerme con fiestas. Ahora llegan las Fallas en nuestro pueblo y en Valencia
y para muchísima gente, durante un mes, ese es el único centro de intereses.
Vestirnos elegantes, salir muchas horas, beber mucho, comer fuera de casa. Y
nos olvidamos de los problemas reales de mucha gente, del paro, de la situación
de las personas dependientes, del brutal problema de la emigración, de la
corrupción de tantos personajes importantes por su situación social, de las
decisiones continuas para empeorar los servicios públicos esenciales. Tendremos
veinte días de bloqueo de la vida cotidiana, de ruidos insoportables, de fotos
y paseillos de nuestra clase política local y autonómica, de ocupación absurda
de la calle por una minoría.
Por eso, una vez más la ciudadanía ha de luchar. No basta
el cabreo. Se necesita el salir de casa, el organizarnos, el buscar caminos alternativos
que no sean puntuales ni ocasionales, sino que duren mucho tiempo. Hemos de
crear asociaciones de toda clase y hemos de trabajar en los partidos políticos
progresistas, para que hayan cambios reales en su funcionamiento y en su
gestión, más allá de las imágenes que tanto les gusta a muchos de sus
dirigentes. Es sorprendente ver cómo la barbarie de la gestión del PP, que
tantos daños está produciendo a muchísimas personas, sólo genera enfado, pero
muchas veces no genera esperanzas alternativas, sino que sólo sirve para
refunfuñar. Y eso no basta. Necesitamos alternativas, necesitamos
organización, necesitamos reflexión y dedicación personal. Así le podremos
ganar a la derecha con claridad. Está claro que la España profunda es muy
conservadora y muy hipócrita y las minorías económicas se lo han montado
perfectamente para recibir absurdos apoyos de grupos sociales de economía baja.
El PP no pierde ocasión para alimentar esos sentimientos
populistas. Vean lo que han hecho con la celebración del 11 M. Aunque hay una
clara sentencia judicial, tratan de meter cada día el dedo en el ojo con
afirmaciones insensatas y falsas. ¿Por qué no recuerdan con el mismo
entusiasmo a las víctimas de las barbaries franquistas? Esas víctimas fueron
muchas más y se las olvida todos los días. ¿Y por qué siguen marginando absolutamente
a los partidos legales de la izquierda abertzale vasca? ¿Por qué no se alegran
de que ha habido cambios profundos y esperemos que definitivos en la sociedad
vasca? Parece que les encantaría que ETA siguiera haciendo el bárbaro. Y ¿por
qué no se trabaja de otra manera el tema de la gente africana que quiere entrar
en Europa? Parece que sean delincuentes o enemigos y no se hace casi nada
desde Europa para luchar contra esa pobreza brutal y esas privaciones brutales
de derechos humanos. ¿Haremos cambios positivos? ¿Nos implicaremos en todas
las infinitas luchas que hay que hacer? ¿O preferimos las fiestas? !Hay que
luchar!
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