Alcaldesa, concejales y reinas viendo el volteo desde la calleEl
vuelo de las campanas de la Catedral y el estruendo de bombas reales han puesto
el preámbulo a unas fiestas descafeinadas con que Segorbe quiere recordar a sus
patronas, en momentos en que la pandemia de coronavirus está condicionando el comportamiento
de todos los seres humanos.
Se
trata de unas fiestas alternativas y de participación reducida ya que el mismo
vuelo de campanas se ha visto limitado con la prohibición de acceso al
campanario para el público. Incluso la alcaldesa Mª Carmen Climent con las dos
reinas 2019-2020, María Rubicos Álvarez y Lucía Magdalena Estaún se han quedado
a los pies de la torre para escuchar el arranque de los son una del as fiestas
más importantes de la Comunidad Valenciana con elementos declarados como
Fiestas de Interés Turístico Nacional e Internacional.
Pero
este año habrá poco más y la gente lo sabe. De hecho poco después del volteo a
comenzado a llover sobre la ciudad y alguien comentaba que es la primera lluvia
en fiestas que nadie va a lamentar.
También
se ha instalado una exposición de grandes fotografías cubriendo los vanos de
los balcones laterales del ayuntamiento con imágenes que recuerdan momentos
indispensables en la programación de otras ediciones.
Tan
reducidas han quedado las previsiones festivas que tal día como mañana, primer
domingo, que otros años llega a tener una veintena de propuesta de actividades,
se limitará a la apertura de tres salas de exposiciones. Y habrá que saltar
hasta el miércoles para encontrarnos con algún acto más.
Según
se establece en el programa de fiestas, todos los actos se desarrollarán
cumpliendo con la normativa vigente, aprobada por la Consellería de Sanidad
sobre medidas de prevención frente al Covid-19 controlando en todo momento el
aforo, la distancia interpersonal y el uso obligatorio de la mascarilla, así
como la aplicación de cualquier normativa encaminada a la prevención de la
enfermedad.
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