Juan Benito Rodríguez Manzanares
Sobre el tema que voy a tratar en
este artículo no me cabe la menor duda de que, a buen seguro, a muchos
valencianos les va a llegar hasta lo más profundo de su ser y lo más bello de
sus corazones, pues el Cant Valencià conmueve a propios y extraños
conjugando en él fuerza y dulzura junto tradición y futuro, pues es una forma
de expresión artístico-musical tan enraizada en nuestra idiosincrasia como
pueblo, que es difícil hablar del Cant Valencià y no sentirse pletórico
de gozo y alegría.
Comenzaré comentando que el Cant
Valencià, o Cant del Valencià, aúna bajo ese nombre al Cant
d’Estil y les Albaes, los cuales son un canto de estilo monódico, es
decir, un canto para una sola voz y un solo instrumento o coro. Además, El Cant
Valencià, es una de las cuatro grandes tradiciones artístico-musicales
arraigadas en nuestro país, España, y que se le suele llamar de manera
analítica, Cant d’Estil Valencià.
Las cuatro tradiciones
artístico-musicales españolas son; en Valencia, como citaba, el Cant Valencià;
en Andalucía el Flamenco; en Asturias la Asturianada, también
llamada Tonada; y en Aragón laJjota parada, también llamada de
estilo.
Pero, por distintas razones,
seguramente políticas en gran medida, la Asturianada, y el Cant
Valencià se circunscribieron a sus ámbitos de origen sin tener prácticamente
ninguna proyección fuera de ellos, mientras que el Flamenco y la Jota
parada, han conseguido salir de sus ámbitos de origen extendiéndose no sólo
al ámbito español. En el caso del flamenco, incluso han conseguido llegar al
ámbito mundial, dando como resultado variantes como el flamenco-pop, el nuevo
flamenco, o el flamenco fusión, entre otras.
Haciendo un poco de historia,
cabe comentar que nuestro Cant Valencià tiene sus orígenes en la Baja
Edad Media entre los siglos XIV y XV, y principios de la Edad Moderna que se
extendió entre los siglos XV al XVIII, por tal motivo, podemos concretar que el
Cant Valencià tiene sustratos de las culturas cristiana, musulmana y
judía.
Centrándonos en nuestra huerta
valenciana, y en especial en la ribera del río Júcar, tenemos que al Cant
Valencià podríamos definirlo como:
«La tradición oral de unos
cantos interpretados individualmente, provenientes sobre todo del ámbito rural
como labradores y artesanos, que se cantaban como rondas amorosas, festivas, de
quintos, de mayorales, familiares, etc.»
Aunque como veremos, esto se
ajusta más al Cant d’Estil que a les Albaes.
El Cant d’Estil en su
amplio espectro, según el etnomusicólogo valenciano Carles Pitarch Alfonso, se
debe incluir dentro de las variedades afandangadas.
que tan arraigadas están en el sur de España, y que, suelen estar acompañada
con instrumentos de cuerda. Aunque nuestro Cant d’Estil tiene sus
propias particularidades y peculiaridades que lo alejan bastante de los
tradicionales fandangos andaluces.
Además, dentro del Cant
d’Estil encontramos un buen número de diversos cantos no métricos, como
citaba, de origen rural, como lo son; l'u i dos, l'u i dotze, l'u,
l'onze, la riberenca, o, l'alacantina, entre otros.
Por el contrario, les Albaes,
son cantos métricos puramente valencianos, sin ningún tipo de reminiscencia o
inclusión en otro tipo de canto de nuestro país, y son de origen urbano, no
rural. Les Albaes están acompañadas por instrumentos de viento y
percusión, como lo son la dolzaina y el tabalet, y están
ampliamente difundidas desde Castellón de la Plana hasta la huerta de Gandía.
Para poder cantar este tipo de
obras, se requiere una voz privilegiada, como la tuvieron tantos y tantos
grandes maestros.
Así, podemos hablar de la Primera
Generación de cantadores, llamada de Carabina y Maravilla que se
extendió aproximadamente entre 1870 y 1920, en la cual cabe destacar al gran
cantador alcoyano Evaristo (1874-1951), más conocido como «Evaristet», el cual
contaba con una voz aguda, espontánea y cautivadora, siendo además maestro por
dos generaciones de este canto requintado, y aclamado como el Rei del Cant
Valencià, por profesores y discípulos.
De la Tercera Generación
de cantadores, que se extendió de 1920 a 1970, hay que destacar a Joan
Casanoves Cases, más conocido como el «Chiquet de Bétera» (1893-1983), que
contaba con una gran pureza de estilo. Y la gran cantadora La Blanqueta
(1897-1971), la cual tenía verdaderamente una voz privilegiada para el Cant
Valencià, la cual fue nombrada Socia de Honor en 2015 por l’Associació
d’Estudis del Cant Valencià. A esta gran cantadora se le debe en gran parte
la proliferación de mujeres en este bello estilo de canto propiamente
valenciano.
Y ya más recientemente, en la
llamada Quinta Generación de cantadores, que se extiende desde 1960
hasta nuestros días, podemos hablar de las voces de Pilar García Comeche
(1930-2017), más conocida como «la Pilareta», la cual fue un verdadero
referente del Cant Valencià. O de Manuel Marzal Barberà (1918-1993), más
conocido como «El Chiquet de Mislata».
Este tipo de canto puede tener
una letra fija que el cantador conoce, o bien, puede intervenir la figura del versador,
el cual es una persona que improvisa la letra de los cantes en ese mismo
momento, la cual le va diciendo verso a verso en la oreja al cantador para que
este con su privilegiada voz nos conquiste a todos y nos ponga los pelos de
punta.
Ahora procede dar las gracias a l’Associació
d’Estudis del Cant Valencià con su presidente Manuel Marzal Álvaro (1950)
al frente, por la gran faena que están realizando en pro del Cant Valencià,
pues gracias a esta entidad, en 2014, se creó la especialidad de Cant
Valencià en las enseñanzas profesionales de música, con lo que, por primera
vez se pudo estudiar el Cant d’Estil en los conservatorios, dándole a
esta bella forma de canto, todo el esplendor que desde siempre tuvo y que
nunca, a pesar de todo, ha perdido, pues el Cant Valencià es una seña de
identidad valenciana desde la Renaixença, movimiento cultural que
comenzó a finales del siglo XIX y se extendió por gran parte del siglo XX,
teniendo su máximo esplendor en los tiempos de la Restauración Borbónica
(1874-1931).
Como toda muestra del patrimonio
cultural de un pueblo, es de desear y esperar que el Cant Valencià, con
el Cant d’Estil y les Albaes, se enraícen y afiancen más aún si
cabe, en todas las personas que habitamos Valencia y el mundo entero, pues son
una bella muestra de canto que te eriza la piel cuando el cantador, o cantador
y versador, se unen en perfecta simbiosis y armonía, y lo escuchas con todo su
esplendor.
Valencia es sinónimo de cultura.
En torno
al «Cant valencià d'estil»: Investigaciones y proyectos (Artículo en la revista
Trans. Revista transcultural de música.
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