Carlos Fabra. EFE Carlos Fabra ha vuelto. El que fuera presidente del PP y la Diputación de Castellón regresa a la primera línea de la actualidad con la publicación del libro ''Fabra, ¿y ahora qué?'', escrito por Jesús Montesinos y que se presenta el viernes. En exclusiva, concede una entrevista al Grupo El Periódico de Aquí, donde analiza la situación política, echa piropos a Vox, relata su experiencia a la cárcel y defiende a dirigentes del Partido Popular como Rita Barberá, Eduardo Zaplana y Francisco Camps y carga contra Mariano Rajoy y Alberto Fabra. Genio y figura.
Es especialmente crítico con el Partido Popular de Mariano Rajoy a nivel nacional y Alberto Fabra en la Comunitat Valenciana. Del primero, al que califica de ''maricomplejines'' por su aplicación del 155 en Cataluña sin controlar TV3 y Catalunya Ràdio, asegura que ''no me gustaba nada, no tenía huevos de hacer lo que tenía que hacer''. Al ex presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, le afea el hecho de que traicionara a la ex alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. ''Gentuza del PP me traicionaron a mí en Castellón y a Rita en Valencia. Gente como Alberto Fabra le retiraron el saludo, cuando Rita era adorada en toda la Comunitat Valenciana. Tengo una anécdota, en la inauguración del balneario de Marina d'Or, donde vino Rita y una famosa modelo internacional. A quien vitoreaban era a Rita. ¡Viva Rita! gritaban. Y es que ella era el PP. Y lo dice un señor de Castellón. Era el santo y seña. Se la cargaron para que después todo fuese archivado. Hablé con ella cuatro días antes de morir y me dijo que estaba triste y muy defraudada''.
De Eduardo Zaplana considera que ''ha sido un político brillante para la Comunitat Valenciana, de primer nivel'' y ha valorado el hecho de que no pueda salir de la cárcel dada la gravedad de su enfermedad. ''Es increíble, porque hay medios suficientes para estar vigilado. Está en una situación médica muy delicada. Si le pasara algo no sé si la jueza tendría alguna responsabilidad''. Y recuerda que él también sufrió una situación similar a la de Zaplana. ''Soy inmunosuprimido. Me trasplantaron un hígado y estaba expuesto a cualquier infección y no accedieron tampoco'', se lamenta.
Respecto a Francisco Camps, se queja: ''lo están puteando, es una indignidad. Es la persona más buena que he conocido, no tenía que haber sido presidente de la Generalitat sino arzobispo de Valencia, un hombre de Dios, incapaz de hacer daño''.
VOX, una hora con Abascal
En el repaso, Carlos Fabra también opina sobre Vox, a preguntas del periodista. En resumen, le gusta el partido y su líder, Santiago Abascal, le merece un gran respeto el resultado de Andalucía, pero le da un voto de confianza a Pablo Casado, presidente nacional del PP, a quien reconoce su ''firmeza''. ''El PP tiene que aprender a tratar mejor a su gente, apoyándoles hasta que se demuestre su culpabilidad, como hace el PSOE, que cierra filas y los apoya a muerte. Ahí están los escándalos de Catalunya Caixa, el PSPV en la Comunitat Valenciana, el PSOE andaluz con cientos de millones de los EREs y los cursos de formación; o CIU, que ha sido algo muy escandaloso, y nadie va a la cárcel, salvo el PP'', lamenta.
Por eso, es muy crítico con Rajoy y su presidencia del PP, pero tiene algo de esperanza con los nuevos tiempos de Pablo Casado. ''El PP de Casado me está gustando y espero que tomen decisiones importantes. La gente está harta de medias tintas. El éxito de Vox está ahí. Y hay muchas cosas de Vox que me gustan mucho. Su valentía, por ejemplo. Me gusta lo de la tarjeta sanitaria única, la tarjeta fiscal única en toda España y que no hayan ventajas según las zonas de España. Por qué los hijos deben pagar el impuesto de sucesiones, cuando en Madrid no lo pagan, por ejemplo. O el tema de la educación, no quiere decir que no respetemos las costumbres y lengua de cada comunidad autónoma'', relata. ''También me gusta su líder, Santiago Abascal, quien fue expulsado del PP por decir las cosas claras. Tuve la suerte de estar una hora con él en privado y le dije también lo que no me gustaba'', prosigue.
Pero, ¿se pasará a Vox? ''Todavía no lo tengo decidido. Me gusta la música y quiero ver qué hace Pablo Casado. Pero Vox no es ninguna tontería, le ha gustado a 400.000 andaluces''.
CIUDADANOS, no es de fiar
Si lanza dardos contra el PP de Rajoy y Fabra y le da un voto de confianza al de Pablo Casado, tampoco muestra mucha simpatía por Ciudadanos. ''No me gusta nada depender de Ciudadanos, que nunca sabes dónde está. ¿Cómo no va a negociar con Vox con 400.000 votantes? Son 400.000 ciudadanos, no son uno ni dos''.
Repaso a la GESTIÓN en Castellón
Fabra también critica la lentitud del PP en nombrar en candidatos y destaca el éxito del partido cuando él lo presidía en la provincia, repasando los logros de gestión de la Diputación de Castellón. ''En mis tiempos estaban claros los candidatos de las principales ciudades. En 2011 estando ya imputado, siendo presidente, ganamos en 120 de 135 municipios de la provincia, la Diputación, la Generalitat, todo. Cuatro años después, estando yo en la cárcel, perdimos la totalidad de pueblos. Ahora, ni hay equipo, ni gente, ni buen ambiente. Castellón y su provincia se transformó siendo yo presidente de la Diputación. La única vía soterrada del tren fue la que separaba Castellón arriba y abajo, se hizo la circunvalación Norte-Sur, Este-Oeste, la ampliación del puerto, el hospital provincial, el Palacio de Congresos de Castellón y Peñíscola, Espai Contemporani, el Teatre Principal... Entonces vivíamos la provincia. El caso del aeropuerto de Castellón fue especial. Tuve que pelear mucho. Aznar no quería, pero Zaplana y Camps me apoyaron. Si la provincia quiere ser un destino turístico potente, lo necesita. Los que me ponían a parir, como Francesc Colomer, hoy es presidente del aeropuerto y lo ensalza''. Y es que ''de casta le viene al galgo'' ese ''amor por la provincia de Castellón'': ''soy el quinto presidente de la Diputación de Castellón en mi familia de manera consecutiva. Lo llevábamos en los genes''.
PASO POR LA CÁRCEL, no por corrupción
En el libro que se presenta el viernes 21 de diciembre, sin embargo, de lo que más habla Fabra es de su paso por la cárcel, ''una experiencia durísima que no se la doy a pasar a nadie''. De allí guarda buenos recuerdos de muchos reclusos, ''mucho más buenos que muchos del PP que me traicionaron''. ''Me condenaron por delitos fiscales a 3 años de cárcel, no por corrupción. Hubo muchas cosas curiosas. Por ejemplo, mis peritos demostraron que todo era correcto. La Sala Primera de la Audiencia de Castelló los declaró prescritos, pero inusualmente la fiscalía recurrió y el Supremo declaró que otra sala de la Audiencia llevara los hechos. Fue algo poco frecuente, como también que el juez instructor de Nules dijera que la Audiencia de Castellón estaba obstruyendo su trabajo en el Consejo General del Poder Judicial''. Tras una charla con Jesús Montesinos, me convenció para poner esta experiencia negro sobre blanco. Acepté el reto y en el libro se relata la entrada en la cárcel, mis sentimientos en prisión: miedo, sorpresa, vergüenza... todo mezclado. En la cárcel me he encontrado con gente mucho más humana que fuera. He sido respetado por reclusos y funcionarios. Dos años en la cárcel no me los quitó nadie. Hay cosas que me han llamado la atención: nadie va a la cárcel por delitos fiscales más graves que los míos. Hay muchas personas que han defraudado millones y no pisan la cárcel y yo por un delito de ciento y pico mil euros, sí. Pero al final el dolor más grande es el de la traición. Hay más traidores que estrellas. Gente que has apoyado y has aupado, son los primeros en traicionarte y duele muchísimo. De alguno ya me advirtieron, me confié y me equivoqué. Otras cosas que son curiosas. Mi mujer, ama de casa y estudios básicos, no le aplicaron el eximente por ignorancia cognitiva por firmar mi declaración de la renta. Seis meses después, a la Infanta Cristina de Borbón y la mujer de Torres, con formación universitaria, le dieron dicho eximente. El fiscal Horrach concluyó que había sido un paripé''.
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