Es de
sobra conocido que la Policía Local de cualquier municipio tiende a
ser una delegación compleja y con una trama interna muy arraigada.
No obstante, mis vivencias como delegada de la Policía Local de
Sagunto han sido mucho más enriquecedoras.
He
tenido la oportunidad de conocer a grandes profesionales de la
seguridad que se vuelcan con su trabajo día a día (y noche a
noche), ofreciendo garantías a la ciudadanía, una respuesta casi
inmediata y una implicación que supera sus obligaciones laborales.
Siempre
existen temas que desbordan a un departamento por muy preparado que
se encuentre, y el nuestro no ha sido una excepción. El tema de
terrazas, vados, o conflictos puntuales que lamentablemente han
pasado más factura de la esperada. No obstante es injusto pensar que
sólo ha habido despropósitos, cuando la realidad es muy diferente.
Se ha
implantado el Plan Concilia, el Reglamento de Segunda Actividad,
firma del Protocolo de Colaboración del VioGen con la Policía
Nacional, las medidas impulsadas por la Unidad de Playas, o las
experiencias piloto de la Unidad de Barrio o de Violencia de Género
y Menores; suponiendo un considerable avance para nuestra plantilla y
municipio. Las mujeres y menores estamos un poco más protegidas, con
policías no sólo preparados, sino con conciencia de causa.
Nuestras
playas están más vigiladas, con más asistencia y control del
espacio. No quisiera olvidar el merecido reconocimiento a esta
unidad, quién con la máxima diligencia ha salvado vidas. Incluso
algún policía, sin estar de servicio, ha dejado de pensar en su
propia vida, para rescatar otra. ¡Si eso no merece una puesta en
valor, nada lo hace!
Podría
hacer una mención concreta casi a cada una de las personas que
trabajan en el departamento, ya sea porque actúan con una humanidad
admirable, o porque se implican en sus labores mucho más allá de su
horario y funciones. Pero dejaría de ser una carta para ser casi un
libro entero.
Sin
embargo sí dedicaré unas palabras a todas las mujeres que trabajan
en el departamento. Diligentes, profesionales, cargadas de valor en
un mundo que nos han robado los hombres sistemáticamente, luchando
contra los techos de cristal y todas las consecuencias derivadas del
patriarcado arraigado en esta sociedad. Sois un ejemplo a seguir, no
sólo por mí, sino por toda la ciudadanía.
En
conclusión, os doy las gracias por todo vuestro trabajo, por vuestra
enorme implicación y por vuestra confianza. Dejo de ser la concejala
de Policía Local por ahora, pero me llevo un bagaje incomparable. Y
os deseo la mejor de las suerte con el nuevo responsable, en este
caso el Sr. Alcalde.
Sin
más, quedo a vuestra disposición para lo que podáis necesitar.
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