Juan Benito Manzanares
La BNE (Biblioteca Nacional de
España), con su última exposición a la que han puesto el desacertado nombre «La
luz de la Edad Media en la Literatura Catalana», tan sólo ha venido a sumarse a
una larga lista de entidades públicas y privadas que a través de la historia
reciente y no tan reciente de España, han atacado gratuitamente al Reino de
Valencia, actual Comunidad Valenciana, y a todas sus señas identitarias como lo
son su lengua valenciana, su bandera la Real Señera y su territorio, sin
olvidarnos de los ataques, también gratuitos, que han recibido su cultura y tradiciones.
Mas, todo esto sucede porque en la
actual Comunidad Valenciana no hemos tenido personas realmente comprometidas
con nuestra tierra hasta el punto de llegar a poner la defensa de Valencia por
encima de todo y a pesar de todo, como sí lo han hecho otras comunidades de
España.
Entrando en la materia de este
artículo, hay que comenzar recordando que la Edad Media a la que alude la BNE, es
el periodo comprendido entre los siglos V y XV, más exactamente entre 476 con
la caída del Imperio Romano y 1492 con el descubrimiento de América. Estos datos
son importantes mantenerlos en nuestra memoria.
Ahora es preceptivo recordar a
la BNE y todos los asesores con los que haya contado para realizar la citada
exposición que, hay cientos de citas literarias en las que los autores o
traductores de algunos libros escritos o traducidos en ese periodo, que citan
expresamente que esos libros están escritos o traducidos en Lengua Valenciana.
Y para ejemplarizar someramente lo dicho, adjunto algunas de esas citas:
1489.- En el libro «Liber
Elegantiarum» de Joan Esteve, escritor y notario podemos leer: «... Explicit
liber elegantiarum Johannis Stephani viri eruditissimi civis Valentiani regie
auctoritate notarii publici: latina et valentiana lingua: exactissima diligentia
emendatus...» El Liber Elegantiarum, es el primer diccionario valenciano y el
más antiguo de todas las lenguas romances. El autor lo escribió en 1472 y se
publicó en Venecia en 1489.
1495. En el libro «Revelacio del
Benaventurat apostol Sanct Pau» de Bernardí Valmanya, podemos leer: «...de
vulgar ydioma castella en valenciana prosa...»
1496. En el libro «Lo Cartoixà»
(Primera parte), de Joan Roïç de Corella, podemos leer: «...trelladada de lati
en valenciana lengua...»
1502. En el libro «Sinonima Variatiorum
Sententiatum» de Stefano de Flisco, podemos leer: «... ex italico sermone in
valentinum...»
Y ahora procede hacer un poco de
historia, pues en lo que hoy es la península donde se encuentra España, en la
etapa prerromana se la llamó península ibérica, siendo la misma ocupada por numerosos
pueblos. Tras la invasión romana pasó a denominarse Hispania, y esta tuvo
diferentes distribuciones y divisiones provinciales, entre las que se encontraron
en alguna ocasión: Hispania Ulterior y Citeriror, Tarraconensis, Lusitania,
Baetica, etc. Tras los romanos vinieron los suevos y otros pueblos como los
visigodos que en el siglo VI, ya en plena Edad Media, tuvieron el control de
toda la península. A partir de 711 los musulmanes conquistaron prácticamente
toda la península a la que llamaron Al-Àndalus, y mantuvieron territorios hasta
1492 cuando perdieron su último estado, el reino Nazarí de Granada. Llegamos a
la Reconquista, y en ella se crean los reinos de Asturias, León, Castilla,
Portugal, Galicia o Aragón, este último muy importante para nuestro
argumentario.
En 1722 el archivero Tomás
González Hernández (1780-1833) divide el reino de Castilla en unas ciudades con
derecho a voto que en alguna ocasión se llamaron provincias, pero sin validez
administrativa o jurídica. El Reino de Aragón también se dividió de igual
manera, en este caso la división se realizó tomando los reinos existentes en la
Corona de Aragón, el reino de Aragón, el reino de Valencia y el reino de
Mallorca.
El 25 de septiembre de 1799 a
través del llamado Plan Soler, impulsado por Miguel Cayetano Soler (1746-1808)
se llevó a cabo una nueva división del territorio español, creándose seis
nuevas provincias marítimas Oviedo, Santander, Alicante, Cartagena, Málaga y
Cádiz, desgajadas de León, Burgos, Valencia, Murcia, Granada y Sevilla
respectivamente. En 1808 José Bonaparte (1768-1844) se convierte en rey de
España y este en 1810 vuelve a reordenar el estado español configurándolo en 38
prefecturas.
Y así, llegamos a 1822, pues
tras el levantamiento de Riego, se promueve una nueva división territorial compuesta
por 52 provincias, pero esta división nunca llegó a realizarse.
Y con estos mimbres llegamos
hasta 1833 donde Francisco Javier de Burgos y del Olmo (1778-1848), retoma el
proyecto de 1822 para realizar una nueva reforma dejando el citado proyecto con
49 provincias, y por primera vez en la historia, estas provincias se agrupan en
regiones, aunque estas no tenían ninguna competencia u órgano administrativo o
jurisdiccional, teniendo únicamente un carácter clasificatorio. Siendo en este preciso
momento cuando apareció por primera vez el nombre de Cataluña agrupando las
cuatro provincias que aún agrupa en la actualidad.
Como he demostrado sobradamente,
el nombre «Cataluña» como entidad territorial aun sin ninguna competencia en
ningún sentido, aparece en 1833, en el siglo XIX, bastante lejos de los límites
de la Edad Media, por tal motivo, Cataluña como entidad territorial, no existió
hasta hace relativamente poco tiempo, siendo del todo imposible que Cataluña
pueda tener literatura en la Edad Media. ¡Imposible pues no existía como
entidad territorial en ningún sentido! Además, no podía existir la lengua
catalana antes de ese momento, y mucho menos en la Edad Media, pues una lengua
no puede utilizar como nombre el topónimo de un lugar que no existe como tal
con ese nombre. Así pues hay un desfase de varios siglos entre la Edad Media y
la aparición de la lengua catalana.
En cambio, el Reino de Valencia
lo fundó el rey Jaime I (1208-1276) llamado «el Conquistador» en 1238 y estuvo
activo hasta 1707 cuando el rey Felipe V de España (1683-1746) llamado «el
Animoso», a través de los Decretos de Nueva Planta sustituyó los Fueros del
Reino de Valencia por los Fueros del Reino de Castilla. Pero, dada las fechas
citadas, podemos comprobar que el Reino de Valencia estuvo activo y muy vivo
durante gran parte de la Edad Media, teniendo además la lengua valenciana en el
siglo XV el primer Siglo de Oro de todas las lenguas del mundo, contando este
Siglo de Oro con una nómina de autores impresionantemente larga, de la cual tan
sólo voy a dejar algunos nombres.
Joanot Martorell Monpalau
(Valencia, Reino de Valencia c. 1410 - ¿? abril de 1465)
Sor Isabel de Villena (Valencia,
Reino de Valencia 1430 - ibidem 1490)
Joan Roiç de Corella (Valencia,
Reino de Valencia 1435 - ibidem 1397)
Ausias March (Beniarjó, Reino de
valencia 1400 - Valencia, Reino de Valencia 1459)
Bernart Fenollar (Penáguila,
Reino de Valencia 1438 - Valencia, Reino de Valencia 1516)
Juan Luis Vives (Valencia, Reino
de Valencia, 1492 - Brujas, Bélgica, 1540)
Jordi de Sant Jordi (Valencia,
Reino de Valencia 1399 o 1400 - Vall d'Uxò, Reino de Valencia, 1424)
San Pedro Pascual O. de M.
(Valencia, Reino de Valencia, ca. 1227 - Granada, Reino de Granada, 6 de
diciembre de 1300)
San Bonifacio Ferrer (Valencia,
Reino de Valencia, 1350 - ibidem, 1417)
Antoni Canals (Reino de
Valencia, 1352 - Reino de Valencia, 1419)
Jaume Roig (Valencia, Reino de
Valencia c. 1400 - Benimámet, Reino de Valencia 1478)
Francisco de Castellví i Vic
(Valencia, Reino de Valencia, siglo XV - Valencia, Reino de Valencia, 1506)
Martí Joan de Galba (¿? - 1490)
Pere March (Padre de Ausias
March) (Valencia, Reino de Valencia, entre 1336 y 1338 - Balaguer, Reino de
Aragón, 1413)
Narciso de Vinyoles (Valencia,
Reino de Valencia, siglo XV - Valencia, Reino de Valencia, siglo XVI)
Gilabert de Próixita (Valencia,
Reino de Valencia, siglo XV - ¿?)
Gaspar Aguilar (Valencia, Reino
de Valencia, 1561 - ibidem 1623)
Andrés Martí de Pineda
(Valencia, Reino de Valencia, siglo XVI - 1566)
Juan de Timoneda (Valencia,
Reino de Valencia entre 1518 y 1520 - ibidem 1583)
Tras demostrar fehacientemente que
el término «Cataluña» como entidad territorial no existió hasta 1833 y que por
lo tanto la lengua catalana no pudo existir como pronto a partir de ese año,
como he citado, muy retirado de la Edad Media, sólo me queda apuntar que la BNE
queda en entredicho (por ser suave y cortés), al querer dar a Cataluña el
mérito que por derecho propio le corresponde y se merece Valencia, el Reino de
Valencia. Así el verdadero título de esa exposición de la vergüenza organizada
por la BNE, debería ser:
«La luz de la Edad Media en la
Literatura Valenciana»
Despierta Valencia, hay muchas
instituciones que limpiar y mucho que trabajar para devolverte el esplendor que
nunca debiste dejar de tener.
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