El recinto ferial que acogía la XI edición de la Feria del Dulce Artesano de Casinos estaba a rebosar de gente. No cabía ni un alfiler y los puestos de turrones y peladillas estaban atestados, hasta el punto que, los dependientes no daban más de sí para atender todas las peticiones del público asistente.
Centenares de kilos de turrón y peladillas iban y venían en la última jornada de esta feria que marca el inicio de la Navidad en la comarca del Camp de Túria y que no ha querido perderse el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, el cual ha confesado a los medios de comunicación que “el turrón que más le gusta es el tradicional, el de yema tostada”. José Miguel Espinosa, alcalde de la localidad, hacia la entrada triunfal en el recinto ferial acompañado de la comitiva institucional y la banda de música local. Espinosa ha asegurado que “a pesar del mal tiempo del sábado se han cumplido todas las expectativas y que la Feria del Dulce Artesano se está convirtiendo en un referente, no solo de la comarca, sino también de la provincia de Valencia”.
Personas venidas de todas partes hacían colas interminables para adquirir tanto los dulces, como el vino o el aceite que tanta fama tienen en el municipio. Mª Jesús Cantero, de Benifaió, era la primera vez que acudía a la feria y confesaba “estar maravillada por todos los dulces que había expuestos y que con estas compras se empieza a preparar las fiestas navideñas”. Por su parte María Canut había venido expresamente de Alfafar “como siempre, desde hace 3 años para comprar las peladillas de azúcar que son las que más me gustan”.
Los maestros artesanos de Casinos se llevaron un buen susto cuando el sábado por la noche comenzó a llover. Una pequeña tormenta que no ha conseguido aguar la fiesta en la última jornada de la Feria del Dulce de Casinos. Trini Abad, de la fábrica de peladillas y turrones ‘La Casinera’ afirmaba que “temimos por la ausencia de público pero no por la crisis sino por el tiempo. Pero afortunadamente nos hemos recuperado y ahora estamos que nos salimos”.
Trini es una ingeniera agrónomo que decidió hace un año coger las riendas de este negocio. “Terminé la carrera y decidí meterme en esto de los turrones y las peladillas y mira ahora cómo me va ¡no me puedo quejar!” afirma Trini con una sonrisa de oreja a oreja mientras despacha a un par de señoras. Con el turrón de galletas Oreo por bandera Trini es la más joven de los maestros artesanos de Casinos, pero viéndola desenvolverse entre turrones y peladillas, parece que lleve toda una vida.
La XI edición de la Feria del Dulce Artesano de Casinos ha cerrado sus puertas con un balance más que positivo. Ahora, como en la fallas, hay que pensar en la feria del año que viene.
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