Uno de los turrones tradicionales de Casinos. EPDA. Desde el año 2000 hasta el año 2021 Casinos en el mes de noviembre sabe poner la nota dulce a la vida mundial con ese escaparate único y artesano que constituye su Feria del Dulce Artesano, de peladillas, turrones, vinos y aceites.
No es un invento que nace en el año 2000 como pregón que anuncia el nuevo siglo, sino que es la unión de las voluntades de esos protagonistas Maestros artesanos, que siguiendo las rigurosas líneas marcadas por Manuel Jarrín a finales del Siglo XIX, unifican las voluntades para proclamar ante el mundo que Casinos es un pueblo dulce, tan dulce y artesano que lo convierten en único por la calidad de sus productos.
No se trata de competir, tampoco de superar a nadie, la fórmula es mucho más sencilla; consiste en mantener la tradición heredada: nuestros históricos turrones que son muy conocidos y apreciados; nuestra peladillas pueden recibir dos acreditados calificativos “néctar del cielo”: por su pureza, dulzura y buen sabor, y también son la “llave mágica”, esa llave que cuando todo parece imposible, presentas el paquete de peladillas, y lo imposible se vuelve en realidad.
¡Cuántas veces me ha pasado! ¿Tiene cita previa? ¿Ha llamado Vd.? ,” -Si he llamado y no me cogían el teléfono, pero yo he venido con este paquete de peladillas a endulzarle la mañana.”
Esa magia que tienen nuestras peladillas, las hacen diferentes a cualquier otro presente. Son las EMBAJADORAS DE CASINOS. ¡En eso consiste la Feria del Dulce, en dar a conocer lo dulces que somos, en exportar el buen hacer de los maestros artesanos, y por encima de todo, saber consolidarnos los mejores!
Difícil reto el de nuestros artistas gastronómicos, reto que cada año se consigue. Cuantos sabores, cuantos colores, cuanta fantasía envuelve la historia dulce de Casinos. Ya no somos aquel pueblecito que la entrada por la carretera discurría entre escaparates multicolores de bolsitas de peladillas y grandes piezas rectangulares envueltas en blancas obleas guardando aquellas sabrosas barras de turrón de color blanco o amarillo… aquello es historia.
Los años han modernizado nuestro producto, conservando las mejores y auténticas materias primas y un artesano elaborado. Nuestros turroneros han sabido poner en el mercado los mejores dulces del mundo, ofreciendo una rica variedad de peladillas que abarcan desde la pureza más definida, hasta los más negros y delicados chocolates, sin olvidar las peladillas multicolores y las envueltas por un dorado azúcar que más que una golosa peladilla, parece una joya de oro reluciente de más de veinticuatro quilates.
Los turrones no se quedan atrás, si hace un momento hablaba de aquellas rememoradas barras, hoy podemos ver que se han multiplicado en una variada sinfonía de colores. Esos colores unidos a los sabores, nos conducen a la realidad de las más novedosas técnicas y los más delicados gustos.
De este modo Casinos, desde hace años puede presumir de más de cien sabores en lo que al turrón se refiere, la lista es innumerable, pero la visita a nuestra Feria del Dulce Artesano, obsequia al espectador con la calidad, solvencia y garantía del producto que se presenta. No es lo mismo una pastilla de turrón envasada desde hace tiempo, que elegir el sabor y el peso, pudiendo acariciarlo con los ojos, paladearlo con la lengua y abrazarlo en el corazón.
El último fin de semana de noviembre, es la fecha marcada en el calendario para el encuentro con la Navidad. Esa fecha tiene nombre y ese nombre es Casinos, porque si Casinos, no existiera, habría que inventarlo; si Casinos tiene una Feria del Dulce, es porqué merece que ese nombre, este escrito en letras de oro en los anales de la gastronomía, en los libros de historia, en los periódicos de cada año, en el recuerdo de tantas generaciones, que subiendo a la Serranía Valenciana, con aquellas verdes Chelvanas, siempre encontraban la dulce oportunidad al cruzar la carretera comarcal 234 a su paso por Casinos.
Esa es nuestra mejor tarjeta de presentación, ese es el orgullo de los Casinenses, al tener una llave que abre las más cerradas puertas, esa llave son nuestras peladillas.
Nuestros turrones, fáciles de transportar, delicados cuando se presentan, ricos a la vista cuando se ofrecen, y bondadosos cuando se saborean, han estado y están presentes en muchos lugares del mundo. Yo siempre los llevo conmigo, porque forman parte de mi equipaje, muchas veces ligero, pero siempre repleto de amor por el pueblo que me ha visto nacer, crecer y madurar. Cuando llevas a Casinos en tus entrañas, tu sangre se vuelve dulce como el turrón, descubriendo que no hay mejor regalo que un trozo de tu corazón envuelto en dulces sabores.
Si cada CASINENSE, y lo pongo en mayúsculas, nos dedicáramos a exportar las bondades de Casinos, seguramente seríamos el pueblo más rico del mundo, porque el potencial que tenemos es grande, los artesanos apoteósicos y la herencia recibida de Manuel Jarrín Pérez, es la más acreditada escuela de repostería artesana que se pueda conocer en el mundo.
Esa es la FERIA DEL DULCE ARTESANO DE CASINOS, dar a conocer en un fin de semana, lo que durante una vida ha sido capaz de hacer un pueblo de secano, un pueblo pobre, con un espíritu muy rico.
Casinos, te espera con los brazos abiertos los días 26, 27 y 28 de noviembre del año 2021, siempre con el respeto a las medidas sanitarias y con las debidas precauciones. Ese fin de semana abre la puerta mágica de la Navidad, abre el viaje más dulce de tu vida, te devuelve la ilusión de un año más, encontrarte con algo tuyo como es el dulce de Casinos, y te da la oportunidad de visitar nuestras fábricas, de probar nuestros dulces, y de pasar por la Cooperativa Vinícola Santa Bárbara, donde las mejores mistelas y vinos generosos, cada día, cada momento te recuerdan aquello de “Para aceites y vinos la Cooperativa de Casinos.”
Comparte la noticia
Categorías de la noticia