Salvador Murgui. EPDA
Portada de la nueva obra del cronista oficial de Casinos. Sólo hay un mes de diferencia entre los dos últimos libros que ha
publicado José Salvador Murgui, cronista oficial de Casinos y académico
de la R.A.C.V. El pasado mes de enero nos sorprendió con motivo de las
fiestas navideñas con un simpático y atractivo libro en el que recogía
las Felicitaciones de Navidad, que desde 1984 había enviado a familiares
y amigos, ilustradas con sus comentarios, como publicó ElPeriodicodeAqui.com.
Murgui acaba de poner en órbita una joya sobre
el pueblo que tanto ama, y al que dedica tantas horas de forma altruista
y generosa, porque si algo avala la personalidad de Murgui, es su
filantropía, desprendimiento y humanidad hacia Casinos, sus gentes su
cultura y su historia.
”Casinos entre dos censos de 1877 a 1882” está ilustrado con dibujos
a lápiz del acuarelista Rafael Sempere, que ocupan desde la portada
hasta los pequeños detalles plasmados en las hojas del interior, al
igual que Murgui, recuperó el legado fotográfico de la Familia Murgui
Cerverón, que ha engrandecido otras páginas de esta obra.
En una de las primeras páginas del libro se recoge el testimonio,
bajo el título “Al mérito” que le dedica Miguel Aparici, teniente
Coronel de Artillería y Cronista de Cortes de Pallas: ''Nada de lo que José Salvador Murgui escriba me
sorprende. Doy por sentado que va a ser muy bueno, de mucha calidad e
interés. José Salvador, además de ser mi amigo, es un compañero inseparable de
estudio e investigación. En los archivos históricos regionales, en las
hemerotecas y bibliotecas municipales, en las visitas personales a
lugares de interés cultural valenciano… Todo le interesa, todo lo revisa, todo lo anota. Cada documento,
lugar y objeto lo fotografía con su cámara de bolsillo y la de su móvil.
Y lo comparte, con otros estudiosos y Cronistas Oficiales y
profesores''.
Este libro de ciento diez y seis páginas, con ISBN y Depósito Legal,
se enmarca a finales del S. XIX, cuando las casas de Casinos se
contaban por números y las calles no tenían nombre. Este hecho aconteció
hasta el año 1881, teniendo la población un total de doscientas ochenta
casas en el casco urbano. Hay dos masías censadas que estaban dentro
del término municipal de Casinos: la del Mas de Agustín, con cinco
casas, y la Masía del Juez, donde habitaban dos matrimonios.
Mil doscientas ochenta y una personas, son las que aparecen en el
último censo de la Villa de Casinos, cuando se inscribe el censo por
casas. A partir de 1882 las calles están bautizadas con nombres propios:
unas con el nombre de los santos que se veneran en la Iglesia
Parroquial y que tienen altar: Santa Bárbara, San José, San Juan, San
Vicente, San Francisco, la Virgen del Rosario. El nombre de otras tres
puede tener relación con Llíria: San Francisco, Santísima Trinidad y San
Miguel. Otras calles se dedican a San Antonio, Santa Ana, San Joaquín,
San Roque, al Calvario, en recuerdo del Calvario hoy desparecido que
unía la Balsa con el viejo cementerio. También es interesante conocer
que entonces ya denominaron a las actuales Calle y Plaza Mayor con ese
nombre, al igual que lo hicieron con la Plaza de la Iglesia. Casi todos
esos nombres han prevalecido desde 1882.
En palabras del autor, ''es un trabajo ilusionado y
apasionante que presento para perpetua memoria de quienes fueron los
primeros pobladores. Abrazando su memoria con la nuestra, os dedico
estas páginas''.
Este libro como colofón presenta un censo electoral de 1883, en el
que se refleja el Número de orden, nombres y apellidos, años de edad,
puesto que habitan (calle o plaza) y número, contribución total que
pagan por inmuebles, subsidio, cifrado en pesetas.
En la primera página están numerados los vecinos varones, mayores de
25 años desde el Nº 1 al 32, en la segunda del Nº 33 al 64, en la
tercera del Nº 65 al 96, en la cuarta del Nº 97 al 128, en la quinta del
Nº 129 al 160, en la sexta del Nº 161 al 189. Siendo el primer nombre
de la lista: Ángel Casinos Murgui de 64 años que habitaba en la Calle
Santísima Trinidad, y el último Zacarías Rodrigo Castellano de 54 años,
que habitaba en la Plaza del Rosario.
Quien mejor define la obra de Murgui, en su introducción es Miguel
Aparici, cronista de Cortes de Pallás, quien dice: ''Cuidemos de José
Salvador. No seamos tacaños con nuestro cariño hacia él. Porque le
queda mucho por investigar y contarnos. Porque le están aún esperando
muchos documentos por desempolvar y por ofrecer sus contenidos al
disfrute y auto orgullo de las gentes de Casinos''.
Esa es la realidad, Murgui no sabe parar, sus horas pasan entre los
Archivos y la Hemeroteca con papeles, legajos, y documentos, que para
nada hablan de él, siempre hablan de Casinos. Muchas veces me pregunto,
José Salvador Murgui ¿cuántas horas duerme?, si es que duerme, porque
es muy difícil seguirle el ritmo.
Casinos, tiene un nuevo libro que habla de su historia y de sus habitantes, gracias a su cronista oficial, un erudito y fiel a sus amigos.
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