Calle dedicada a Manuel Jarrín. / JSM
Detalle de la firma de Manuel Jarrín. / JSMAlgunos detalles de su vida: En el año 2000 con
motivo de la I Feria del Dulce Artesano de Casinos, escribí un artículo
dedicado a narrar la biografía de Manuel Jarrín Pérez, fundador de las
peladillas de Casinos. Para escribirlo conté con la ayuda de su nieto
Hazael Sagaseta Jarrín, el que con una lúcida memoria iba recordando
diferentes hechos y vivencias de la vida de nuestro ilustre personaje.
Desde aquel año, en muchos libros de la Feria del Dulce se ha publicado
el perfil de Manuel Jarrín, pero a la hora de hacer esta crónica, nacen
nuevos detalles de la vida de este Casinense de adopción que vino desde
la Puebla de Trives (San Pedro de la Junquera) provincia de Orense y
obispado de Astorga, que bien merece el nombramiento a título póstumo de
Hijo Predilecto de Casinos.
Fue Guardia Civil en Alcublas y en nuestra Villa. Se casó en Casinos
el día 7 de marzo de 1881, y ese año se trasladó a Alpuente para cumplir
con el Reglamento de la Guardia Civil. Allí aprendió el arte de
elaborar nuestros dulces. En el año 1888 el matrimonio formado por
Manuel Jarrín Pérez y Carmen Murgui Rocher, vivían en la Calle del
Rosario, y la familia estaba formada por: Manuel Jarrín de 36
años, y Carmen Murgui de 23 años. En aquel entonces tenían tres hijos:
María Jarrín de 6 años, Gerónimo Jarrín de 1 año y Manuel Jarrín de 1
mes. Y ya se dedicaban a la elaboración de los dulces.
En referencia a los hijos nacidos, hubieron varias defunciones: el
día 14 de junio de 1886, fallece Loreto Jarrín Murgui de dos años de
edad. El 3 de noviembre de 1892, fallece otro hijo: Andrés Avelino de
cinco años.
Los hijos que vivieron fruto del matrimonio fueron ocho en total:
Jerónimo, Manuel Avelino, Mª Loreto, María C. Andrea, Adelino, Carmen,
Manuel y Margarita, que nacieron desde 1886 hasta 1902.
En 1918 fallece Mª de la Paz Jarrín Murgui, de treinta y cinco años de edad, casada con Emilio Ten.
Cuando repasas los componentes de la Junta de Fábrica de la parroquia
Santa Bárbara de Casinos, desde 1888 aparece durante muchos años como
“Fabriquero” D. Gerónimo Murgui (padre de Carmen Murgui Rocher) y los
otros componentes eran Juan Bautista Rocher, José Usach y Gabriel
Muñoz, siendo cura párroco Don Vicente Plasencia.
Gerónimo Murgui, de 57 años estaba casado con María Rocher de 54 años
y otro hijo era Agustín Murgui Rocher de 19 años que vivían en la calle
de San Miguel.
En 1895 aparecen además los nombres de Pascual García, Modesto Usach y Antonio Izquierdo.
Junta de Fábrica. “El día 1 de enero de 1898, se
reunió la Junta de Fábrica de la Parroquia de Casinos, a las once horas
de la mañana para tratar de la renovación de la mitad de los individuos o
vocales de la Junta, se dio principio por la suerte de los que hayan de
cesar en el cargo. Acto continuo se nombró por pluralidad de votos, los
individuos que fueron los siguientes: Francisco Comeche y Salvador
Murgui.
De la misma manera se nombró Fabriquero, recayendo por
unanimidad al vocal de la Junta, Manuel Jarrín, y por Secretario a
Gabriel Muñoz Murgui, los cuales aceptan y admiten dicho cargo
conformándose todos en lo mismo, lo cual firman junto al Presidente
Vicente Crespo, Cura.”
La definición de Fabriquero que encontramos en el diccionario nos
dice: “RELIGIÓN: Persona encargada en las iglesias de invertir los
fondos destinados a objetos para el culto.” La Real Academia Española lo
define: “3. En las iglesias, encargado, generalmente un canónigo, de la
custodia y la inversión de los fondos dedicados a los edificios y a los
utensilios y paños del culto.”
Por tanto Manuel Jarrín desde ese año, ostenta el cargo referido. En
el año 1888 se paga una factura a Manuel Jarrín por cera la cantidad de
297 pesetas y 75 céntimos. En el año 1890 se pagan dos recibos de cera
196 pesetas y 134 pesetas. En 1892 se pagó por cera del día de la
Candelaria 318 pesetas y por otro recibo 164 pesetas. En 1893 por cera
297 pesetas. En 1896 dos recibos de 400 y 170 pesetas. En 1896 una
factura de 71 pesetas, 90 céntimos. En 1897, hay varias facturas que
suma un total de 196 pesetas y 43 céntimos, y se adeudan las velas de
la candelaria que son 44 pesetas. En 1899 se le paga a Manuel Jarrín
por la cera del año 1898: 40 pesetas y por la cera de todo el año 1899:
103 pesetas.
En 1900 se instala la luz eléctrica en la iglesia, que costó 60
pesetas, y por la cera del año se pagó 137 pesetas y 63 céntimos. En
1901 por la cera se le abona a Manuel Jarrín 130 pesetas y 50 céntimos. A
partir de 1902 se le compra la cera a D. Francisco Tormo de Liria,
siendo cura de Casinos D. José Machí.
Este dato de la cera nos hace saber que en la casa de la Plaza del
Rosario, además de fabricarse peladillas y turrones, también existía una
pequeña fábrica de velas, para satisfacer y atender las necesidades de
la iglesia. Recuerdo que en una de mis conversaciones con Carmen Jarrín
Murgui, en la Casa Roja, me comentaba que su padre vendía la cera para
la iglesia y que siempre estaba ajustando precios con los sacerdotes. Yo
entonces con menos de veinte años de vida, aquello me parecía un
cuento lejano, con el paso del tiempo ves la verdad de la conversación, y
creo recordar que en el suelo del patio de aquella casa, había un
pequeño espacio de cemento que tenía la forma de sierra, que
posiblemente estaría destinado a fabricar y secar las velas.
Durante muchos años, dada la rectitud, buen hacer, saber estar y ser
un hombre de bien, Manuel Jarrín fue Juez de Paz de Casinos.
El día 15 de octubre de 1927, muere y está enterrado en el cementerio
de Casinos Manuel Jarrín Pérez de ochenta años de edad, ya era viudo de
Carmen Murgui y falleció en su casa de la Plaza del Rosario, según
certificación facultativa de debilidad senil, después de recibir los
Santos Sacramentos de Penitencia, Comunión y Extremaunción que le
administró Don Tomás Montón Vanacloig, Coadjutor de esta Parroquia.
Sea como fuere, son detalles ocurridos en las personas que dieron
vida a Casinos a finales del Siglo XIX y primeros del XX. Los apellidos
históricos, siempre están presentes; cuando ocurrió el primer intento
de segregación de Casinos ya fue la "Junta de Fábrica" quien lo
solicito. Manuel Jarrín, siguió los pasos, casó con Carmen Murgui
Rocher, hoy en el año 2020 es un hombre de actualidad, su memoria
permanece tan activa como viva, pues tuvo una fecunda visión de futuro
legando a Casinos, el nombre más dulce con que se pueda presentarse ante
el mundo, además de una exquisita generación de artesanos que dan vida y
honor a la memoria del fundador.
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