Muros de piedra pared iglesia de Casinos. Archivo JSMSResulta interesante ojear ciertos "papeles amarillentos" que no por estar guardados permanecen olvidados, papeles que a lo largo de los años se van coleccionando con cariño, y que del estudio de los mismos, se pueden hacer crónicas que aporten datos veraces a la historia de nuestros pueblos.
En el mes de octubre de hace cincuenta años se informaba en la Voz de la Parroquia, del año IX Nº 41, de la <Campaña del Hierro>. En esa campaña se intentaba hacer frente al pago del hierro que se estaba utilizando y colocando en la construcción del Nuevo templo parroquial de Santa Bárbara de Casinos, textualmente el texto dice así: "Hasta la fecha disponemos para el pago de los 14.180 Kg. de hierro de: 50.000 pesetas entregadas por el Ministerio de Justicia. 17.600 en el Banco de Valencia por venta de pasteles y 52.200 pesetas recogidas en donativos, en total 119.000 pesetas, que restadas de las 283.600 pesetas que vale el hierro faltan a pagar 163.800 pesetas. Espero que todos los buenos feligreses, se hagan cargo de esta situación, y pronto, muy pronto podamos enjugar ese déficit."
Estas letras las escribía el 11 de octubre de 1970, el entonces cura párroco de Casinos D. José Formentín. Cada semana se publicaban los donativos recibidos, y en esta ocasión eran destinados a la Campaña del Hierro, lo total recaudado hasta la fecha "Pro Nuevo Templo" eran 2.192.220 pesetas, que tal como se recogían se invertían en las obras.
En la Voz de la Parroquia, del año IX Nº 45, en uno de los epígrafes decía: "En fecha 4 de noviembre, se pagaron a hijo de Miguel Matéu las primeras cien mil pesetas. Para el mes de enero, pagaremos D. m. el resto ya que esta casa nos ha dado facilidades. La Providencia no nos deja de su mano."
En el último párrafo del mismo documento se lee: "El Boletín Oficial del Arzobispado del mes de noviembre, publicará el nombramiento del nuevo Párroco de Casinos. Dicho nombramiento será a favor del Rvdo. Sr. D. Ramón Ruiz Navarro, actual párroco de Campo de Mirra en la provincia de Alicante. Sacerdote conocido ya por todos, puesto que lo tuvimos de Diacono el año 1966. ¡Ad multos annos!"
Considero que es un dato importante resaltar que en la Voz de la Parroquia, del año IX Nº 46, se informaba de la visita a las obras del Nuevo Templo, el Arquitecto y Aparejador: "El sábado día 14 de noviembre, estuvieron varias horas en Casinos D. Román Giménez y D. Rafael Vidal. La visita fue muy importante, ya que se planificó definitivamente lo de la fachada del Nuevo Templo. Se marcharon muy contentos del trabajo tan a conciencia realizado por Vicente Pons, alma de la obra, y por sus ayudantes: Tarsilo Domingo y Vicente Chiva, todos bajo la dirección de Saturnino Pons. Vamos lentamente pero toda obra de arte requiere tiempo y estudio serio. ¡Dios les pague a todos su interés!"
Que grandes palabras para aquellos maestros, sin título, de la construcción que aprendieron su oficio trabajando y que nos precedieron en la historia. Vicente Pons, el tío "Visantet", fue el primero que cruzó el umbral de la eternidad el día 26 de junio de 1971. En su esquela se lee la siguiente frase: "Todos cuantos conocíais su generoso corazón, rogad por él." Esas paredes de piedra son el dialogo con el trabajo de unos abnegados hombres con nombre y apellido que enamorados de su tierra, supieron legarnos la sabiduría que conjugaban sus manos. Visantet, Tarsilo, Vicente y Saturnino, los últimos años de la década de los sesenta y hasta bien entrados los setenta, moldearon con doradas piedras las altas paredes que dignifican la fe de un pueblo.
Quedan pocas personas, que recuerdan aquellos momentos ocurridos hace más de cincuenta años, nadie se acuerda de la ilusión que se encerraba en aquella obra, pero esos hombres bien dignos de esta humilde reseña, fueron testigos mudos, de muchas horas de sol, de frío, de mal tiempo, subiendo y bajando por un rústico andamio de madera, atado con cuerdas de pita y esparto, cuadrando piedra sobre piedra, que subidas hasta lo alto, meciéndose al viento, abrazadas por las alas de un negro capazo, fueron las protagonistas para ejecutar la construcción de los tres primeros muros que se levantaron en la calle Mayor, sobre las que fueron la Casa Abadía y la contigua de Ana María Civera Muñoz. Sobre ese solar se puso la primera piedra en el año 1967 y a finales de 1970, recibieron el aplauso del Equipo Técnico.
Hoy dejo por primera vez constancia de estas letras porque son la detallada descripción de un final de año ocurrido 1970.
La despedida de Don José Formentín como cura párroco de Casinos, fue el domingo 29 de noviembre, y ese mismo día tomó posesión en Valencia. Lo anunciaba la Voz de la Parroquia, del año IX Nº 47: "Traslado del Párroco a Valencia: El próximo día 29 D.m. a las 7,30 noche timaré posesión como cura Regente de la Parroquia de Santo Domingo Savio de Valencia. Don Jesús Pla, Vicario General del Arzobispado en nombre del Sr. Arzobispo me dará posesión. Mucho celebraría del verme acompañado en tan solemne acto de los feligreses de Casinos." Efectivamente, fueron varios autobuses y coches particulares, los que acompañaron a D. José a su nuevo destino.
Y a estas alturas de la crónica, muchos de Vds. se estarán preguntando, ¿Cómo va la campaña del hierro? En esa misma hoja se publicó: "Esta semana se han recogido 3.940 pesetas, que restadas a las 76.342, quedará un déficit de 72.402 pesetas. Procuremos que las Obras del Nuevo Templo no se interrumpan, para ello en este periodo del traslado, que sea la Junta del Nuevo Templo la que actúe de una manera más directa. ¡Gracias a todos... La Providencia, continuará ayudándonos!¡No desmayéis en vuestros propósitos!"
En la Voz de la Parroquia, del año IX Nº 49 se indicaba que: "El domingo día (13, pero no fue ese día, sino que fue el domingo siguiente) 20 de diciembre a las 5 de la tarde, llegará D. Ramón Ruiz Navarro, a nuestra Parroquia. Espero de las dignas Autoridades, Junta Parroquial, Señores Maestros y feligreses todos le dispenséis un cálido y cordial recibimiento. Viene en nombre del Señor a continuar y consolidar las muchas cosas, que vosotros durante estos diez largos años habéis sido capaces de realizar. Espero que le ayudéis y le queráis de veras."
Llegó D. Ramón con Seat 600, a la carretera de Casinos, y el coche paró en el cruce de la calle Cervantes con la calle Triana, allí estaba la Banda Unión Musical Casinense, las Autoridades, la Escolanía, las Obreras de la Cruz, los Maestros, los niños, y un gran número de feligreses que acompañaron al nuevo Párroco, hasta aquella modesta iglesia en construcción que se entraba por la puerta de la calle Mayor, que tenía el piso y paredes de cemento, el techo a mitad cubrir, y la obra por hacer.
Este fue el fin de una etapa y el inicio de otra. En 1970 Casinos cambió de Alcalde y de Sacerdote. Cada persona imprime un sello en sus actos, y deja unas huellas en su camino. Solo la historia y el tiempo es capaz de juzgar a las personas. A la hora de acabar está crónica, rodeado de cajas, papeles que llevan impreso sobre ellos el paso de los años, solo me cabe una palabra, que es GRATITUD, A TODOS AQUELLOS HOMBRES Y MUJERES, que fueron capaces de transmitir y contagiar ILUSIÓN, sí ilusión, porque detrás de cada palabra habían hechos, y estos hechos han dado su fruto.
Cincuenta años, parece que fue ayer... campañas, trabajo, metas; recuerdos, horas de vida, anhelos, seguridad... Visto todo desde el prisma de un niño que jugueteaba en la plaza, que iba a las clases de aquella Academia, que veía pasar los días con la ilusión, la sonrisa, el despertar de los buenos pensamientos, hoy me sabe a poco. Hoy afloran los recuerdos de las polvorientas calles, de la Chelvana de Alcublas subiendo por la calle mayor y parando en la Plaza, de las campanas que sonaban a toque de cuerdas, o de los entierros sin funerarias...
Hace cincuenta años todo era diferente, quizás sufriéramos otras pandemias, pero teníamos ilusión, ganas de pisar la calle, y como hoy, mañana y siempre soñábamos con un Casinos mejor.
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