Imagen de la granizada en Casinos. / EPDACasinos a lo largo de la historia, se puede definir como un pueblo seco, que en muchas ocasiones se ha visto afectado por largas sequías que han azotado tanto el pueblo como su término municipal. Esta situación cambió cuando sus campos experimentaron la última transformación agraria, convirtiendo sus tierras de secano en regadío en la década de los años setenta del pasado siglo, comenzando a regar los campos gracias a los pozos marcados y las aguas que llegaron desde el pantano de Benagéber.
A partir de ese momento cambia la fisionomía en los cultivos y en las tierras, aprovechando el agua de riego, teniendo siempre presente que el agua de lluvia siempre es bien recibida si llega con moderación. Este es el caso que nos ocupa con las últimas lluvias. El primer día que llovió fue el 18 sábado, registrándose la cantidad de cuatro litros. El domingo 19 fueron seis litros, el día 20 lunes 21 litros, el martes día 21, fue el más lluvioso, alcanzando los sesenta y cinco litros, el día 22 fueron solo dos litros, el día 23 se recogieron los ocho litros y el sábado día 25 por la tarde se llegó a contabilizar treinta y cuatro litros.
Estas lluvias del sábado a las diez y nueve horas, acabaron en granizo, esa precipitación que alcanzó el suelo en forma sólida y amorfa que cubrió viales y tejados de la localidad. El granizo afecto más que nada al municipio de Casinos, pudiendo apreciarse dentro de las paredes de la población, causando los daños propios del momento, asustando al vecindario, y provocando el pánico en el Campo de Fútbol, donde se estaba disputando un partido, quedando inundada la zona de juego y vestuarios. El pedrisco siempre es muy alarmante.
Tanto el domingo como el lunes han sido jornadas de comprobar los daños causados en la agricultura, que están pendientes de evaluar, aunque como ya he referido, la tormenta cayó sobre el casco urbano, dejando el suelo de los viales, completamente blanco y con el hielo acumulado hasta bien entrada la madrugada y mañana del domingo.
A lo largo de la historia de Casinos, en el siglo XX, se recuerdan fuertes pedriscos, en 1937 el día 21 de agosto, en el año 1954 los días 20 de julio y 14 de agosto, en 1981 el día 26 de junio, que destrozó la mayor parte de las cosechas, además de dañar árboles y edificios de la localidad, y en alguna otra ocasión aislada que en los últimos años, han ayudado a paliar los seguros contratados para prevenir tanto daños en los hogares como en la agricultura.
A causa de las lluvias, durante toda la semana, se ha visto correr el agua en el “Salt” ese antiguo pantano natural que partía las aguas para llenar la Balsa de arriba, que era la que abastecía de agua a Casinos, hasta que llegó el agua potable a los domicilios ,y las balsas de la Casa de Campo, además de alimentar desde la alta cascada las aguas de la Rambla de Artaj, hecho este que no se producía desde el año 2013.
Los datos y mediciones de agua las ofrece el vecino de Casinos Manuel Albalat, quien las facilita al Centro de meteorología.
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