Cruzans y Cardells en la presentación La sede de la Asociación de Jubilados y Pensionistas La Armonía de
Castellnovo acogió la conclusión del proyecto que dos de sus socios iniciaron y
han venido desarrollando durante los últimos 20 años: La recopilación de un
libro de fotografías antiguas del municipio, que bajo el título “Castellnovo.
Memoria Gráfica de un pueblo”, han creado Antonio Cruzans y Rigoberto
Cardells.
Aunque parece estar de moda la publicación de este tipo de libros, la
labor de estos dos castellnoveros se inició en 1999 cuando, desde esta entidad,
comenzaron a recopilar fotografías antiguas entre sus asociados, que
generosamente cedían estos trocitos de su historia para que con ellas se
organizaran exposiciones y un foto-video que causaron gran expectación.
Pero ahora que las nuevas tecnologías permiten tener acceso a programas
informáticos de retoque fotográfico y edición de publicaciones, Antonio y
Rigoberto decidieron recopilar, restaurar y seleccionar cerca de 200 de esas
fotografías y dar forma de libro a este trabajo colectivo, pues en sus primeras
páginas se cita a todos aquellos que colaboraron cediendo sus imágenes, y ceder
los beneficios de su venta a la entidad que les ha editado este, como muestra
de agradecimiento a sus socios, presentes y ausentes, que así lo hubiesen
deseado.
Para estructurar el libro los autores no han querido seguir un orden
cronológico, sino realizar una clasificación por contenidos, creando una serie
de capítulos que tratan de explicar cómo ha ido cambiando la localidad, sus
costumbres y sus gentes. Para ello, cada fotografía lleva un escueto pie de página
para informar qué muestra, de manera que sea la imagen la que narre la historia
y no el texto, que puede llevar a malinterpretar lo que ella recoge.
Así, la publicación comienza con una Introducción histórica, que es el único capítulo que no acoge
ninguna imagen, con el que se ha pretendido dar una pincelada a los orígenes
del municipio. A este le sigue el capítulo El tiempo detenido, Piedras y raíces, que repasa la evolución
del patrimonio local, y Los pasos
perdidos, que hace lo propio mostrando gráficamente el cambio a mejor
que han sufrido las calles.
El apartado Con el sudor de sus
frentes, muestra las diferentes tareas que han ocupado a los
castellnoveros en el último siglo, tareas hoy muchas ya desaparecidas o muy
transformadas. Este capítulo viene subdividido en diferentes apartados, como
son La siega y la trilla, La artesanía
del mimbre, Los transportes, El trabajo de la mujer, La emigración, La matanza
del cerdo, El aceite y Trabajos hoy en el olvido).
Los dos siguientes capítulos ya protagonizaron en su día sendas
exposiciones para mostrar la labor de estos autores. Se trata de El saber no ocupa lugar, que recoge
fotografías de los multitudinarios grupos de escolares que antaño asistían al
colegio que se alzaba en el solar del actual Hogar del jubilado, sus maestros,
etc... Y érase una vez, con
aquellas fotos de estudio que se les hacía a los niños en momentos de
celebración, o para tener una imagen de recuerdo del mismo en aquellos tiempos
en que la mortalidad infantil era tan frecuente.
Fotografías de estudio también son las que se muestran en Para que no me olvides, que acoge
esas típicas imágenes destinadas para que los padres, hijos, novios y novias
lleven en la cartera para acercar el recuerdo de sus seres queridos.
Con Aquellos momentos se
ha buscado aglutinar los eventos y acontecimientos que marcaban las vidas de
las familias de la localidad: bodas, bautizos y comuniones, muchas de ellas
celebradas también en el antiguo edificio que se alzaba sobre el solar donde tuvo
lugar la presentación.
Las fotos de Sirviendo a la
Patria recogen las de los mozos cumpliendo el servicio militar,
observando los cambios que en ellos ofrece el vestir el uniforme. También los
uniformes son importantes en el apartado dedicado a la Banda de Música, la formación que durante más de un siglo
constituye la principal embajadora del pueblo por las vecinas localidades y
provincias.
En No solo de pan, por
su parte, se han recopilado las distintas fiestas que a lo largo del año se han
celebrado en la localidad, estas sí ordenadas según el calendario, aunque
algunas ya hayan desaparecido. Y por último, las últimas páginas recogen los
cuños, anagramas y sellos de los fotógrafos y estudios que revelaron estas
imágenes del pasado.
Desde luego, un libro que resultará imprescindible
en las estanterías de los hogares del municipio, aunque para ello habrá que
esperar a que se publique una segunda edición, ya que la primera, de 250
ejemplares, ya estaba totalmente vendida o reservada. Por ello, los interesados
en conseguir un ejemplar deben pasar por la Asociación de Jubilados y reservar
el suyo para que cuando se tenga una cantidad adecuada, realizar una nueva
tirada, que saldrá a la venta por 25 euros el ejemplar.
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