Vicente Cornelles. /EPDA No me puedo callar. No debemos callarnos. Otra vez, marginados. La Conselleria de Cultura dice ‘no’ a la declaración como BIC de las gaiatas de Castellón. No podemos ser cómplices a una nueva agresión a nuestras señas de identidad. 'Sabuts de merda' ideologizados antigaiatas, con una visión reduccionista, cortoplacista y pueblerina de las fiestas de la Magdalena y de las luminarias festivas, que argumentan para el no que "las gaiatas de Castellón son un objeto material y no se expresan de forma clara las connotaciones inmateriales del bien" en la exposición de motivos presentada por el veterano festero Agustín Mon, impulsor de la iniciativa y respaldada por el propio Ayuntamiento y medio centenar de colectivos festeros y partidos políticos. Mon, además añadía que "la gaiata excede del monumento y es fiesta popular y convivencia vecinal", y eso es lo que no soportan los ilustrados que quieren enseñar a Castellón como han de ser sus fiestas.
Ojo, y aún se atreven a recomendar, en un alarde de soberbia ignorante, "tramitar la Procesión de las Gaiatas como una complementación del BIC de la Romería de les Canyes". Para las Fallas de Valencia y las Hogueras de Alicante no hubo problema para declararlas BIC. Ah!, pero Castellón es otra cosa. Ya lo creo, habitados en esta ciudad y acostumbrados al desprecio, intelectuales de postín nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Creen que seguiremos con nuestra apatía recalcitrante.
Pues es hora de ser valientes y a defender a ultranza lo que es nuestro. No hay otra opción. Hay que rebelarse. Valencia entra en la dinámica de la falta de respeto y el insulto a Castellón y sus fiestas, a las gaiatas, monumentos de carácter efímero que definen la personalidad de las fiestas fundacionales castellonenses. Monumentos de luz , cuyo simbolismo reflejan la personalidad de todo un pueblo. La Valencia tirana, absoluta, mediocre y casquivana. No conocer la capital de la Plana y sus características festeras más sobresalientes se convierten en lesa gravedad de quienes tienen que velar por nuestros intereses. Castellón, una vez más, marginado en el ámbito de la Comunitat Valenciana. No lo podemos tolerar.
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