La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Valencia, María José Catalá, durante la entrevista con la Agencia EFE. EFE/Ana Escobar La portavoz del PP en el Ayuntamiento de València, María José Catalá,
afirma que en la gestión de la pandemia del coronavirus ha visto al
alcalde, Joan Ribó, "ausente" y a su gobierno, "lento" para adoptar
medidas y tomar decisiones y "con muy poca ambición para relanzar la
ciudad".
En una entrevista, Catalá reprocha al equipo de
gobierno local dar "portazos" a quien trae inversiones y "menospreciar" a
quien ya invierte como Juan Roig, califica de "frívola" la gestión para
acoger la gala de los Premios Goya y admite que la prolongación de
Blasco Ibáñez como la planteó Rita Barberá es imposible de hacer.
GESTIÓN MUNICIPAL DE LA PANDEMIA
Catalá
sostiene que "Ribó no ha estado en absoluto en esta pandemia aunque
tampoco se le esperaba, porque es una persona bastante ausente en
general en la vida de la ciudad y en los momentos más importantes".
"En
este contexto, a todo representante público le nace un sentimiento de
protección hacia la ciudadanía, de responsabilidad, y no lo he visto en
Ribó, lo que contrasta con otros alcaldes que han estado al pie del
cañón", añade.
Valora el acuerdo casi unánime de todos los grupos
políticos -Vox se marchó de la comisión- para la reconstrucción de la
ciudad, aunque considera que "termina con un dictamen poco ambicioso en
materia fiscal e insuficiente".
"Tenía claro que la
responsabilidad del PP era ponerse a remar con el equipo de gobierno y
suplir sus carencias", apunta Catalá, quien aunque dice "respetar" las
decisiones de Vox, considera que "de la responsabilidad uno no se puede
bajar por ideas políticas".
LA VALÈNCIA POSCOVID
A su
juicio, esta crisis sanitaria "va a hacernos más previsores, conscientes
y responsables" a ciudadanos y responsables públicos y cree que ante
cualquier alerta sanitaria, Ribó "no volverá a tomárselo a la ligera",
ni decir que solo supondría una bajada de la Bolsa o que "todos éramos
hipocondríacos".
"Para que esto funcione a nivel económico hay
que hacer lo que Madrid y Barcelona, a través de medidas de estímulo a
pymes y autónomos: intentar que no cierren los negocios", afirma.
Según
Catalá, "lo prioritario es salvar a las empresas y tratar de inyectar
en la economía liquidez y favorecer su actividad, que las licencias se
den con rapidez y dar todas las facilidades de pago de impuestos",
aunque tiene "muchas dudas" de que Ribó lo haga.
INVERSIONES EN LA CIUDAD
A
su juicio, "no puedes dar un portazo a quien viene a generar empleo en
la ciudad ni mucho menos menospreciar a quienes por su cuenta
invierten", como Juan Roig, que ha puesto 220 millones para construir el
pabellón Arena y "cuestionan el nombre que le pone".
"Eso está
muy lejos de lo que tiene que ser un alcalde", añade para reprochar a
Ribó que "se olvidara" negociar el nombre del pabellón en la concesión
del suelo.
"A una persona como Juan Roig, cuyo legado es más que
incuestionable, que no es la primera ni la última inversión que hace,
ni en Madrid ni en Barcelona se le cuestionaría el nombre que le da a
las cosas", apunta, y para ella habría que ponerle "una alfombra roja".
Reconoce
que le habría gustado que el pabellón llevara el nombre de València
pero que "no" le "disgusta" y está "orgullosa" de que una inversión "de
referencia en España" se vaya a llamar Casal España Arena, y apunta que,
"seguramente, lo que pasa es que a Compromís no le gusta que esté el
nombre de España".
LA GALA DE LOS GOYA
María José Catalá
sostiene que València ha gestionado con "frivolidad" su candidatura para
acoger la gala de los Premios Goya porque "no lo ha hecho en serio".
Recuerda
que la vicealcaldesa, Sandra Gómez, justificó asistir a la gala de los
premios para presentar la candidatura pero al conocer que propuso el
Ágora, cuando no se podía por su compromiso para ser sede de CaixaForum,
pensó "que en absoluto había ido a ofrecer un proyecto serio, sino a la
gala".
LA PROLONGACIÓN DE BLASCO IBÁÑEZ
Preguntada sobre
si el PP renuncia definitivamente al proyecto de prolongación al mar de
la avenida de Blasco Ibáñez que ideó Rita Barberá, asegura que "es
incuestionable" que tras la protección de la fachada marítima decretada
por el Gobierno, "no se puede hacer".
"Yo he sido consellera de
Cultura, me sé bien el expediente y recuerdo haber hablado y negociado
con Rita Barberá de que esto no se puede hacer", asegura y admite que, a
su juicio, esa fachada "es valiosa patrimonialmente".
Sin
embargo, incide en que el PGOU de 1988 del Partido Socialista dice que
"València tiene que ser una ciudad abierta al mar" y si no se puede
hacer por Blasco Ibáñez, "habrá que pensar cómo hacerlo".
A su
juicio, "es facilísimo": hay que hacer la continuación del Jardín del
Turia hacia el puerto y la fachada marítima y "terminar València a
través del PAI del Grao" que, a su juicio, es la "apertura al mar" con
un proyecto "bien planteado" por su promotor privado, "en altura y con
muchos espacios verdes y libres".
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