La candidata del PP a la Alcaldía de València, María José Català, junto a la presidenta regional del partido y candidata a la presidencia de la Generalitat, Isabel Bonig. EFE La candidata del Partido Popular a la alcaldía de Valencia, María José Català, ha demandado al alcalde que paralice las obras del carril bici de la avenida Reino de Valencia y que haga un replanteamiento integral de toda la movilidad de Pla del Remei y Gran Vía, a través de un procedimiento real de participación.
En un comunicado, Català se ha pronunciado hoy sobre el cambio de sentido de la circulación anunciado por la concejalía de Movilidad de la calle Cirilo Amorós, en el tramo entre las calles Pizarro y Russafa, señalando que "una vez más el gobierno municipal del alcalde Joan Ribó aplica la política de hechos consumados".
Català se ha referido a que el citado cambio de sentido, que se aplicará a principios del mes de febrero, "se va a imponer a los vecinos y comerciantes del barrio del Pla del Remei después de que se aprobará la construcción del carril bici de la avenida del Reino de Valencia mediante una consulta ciudadana ridícula, en la que no llegaron a votar ni 70 vecinos".
La candidata del PP, y también diputada en Les Corts, ha advertido que el carril bici y la segregación del carril bus en la calle Russafa que va a llevar adelante el tripartito "va a provocar un embudo para el tráfico que se dirige hacia la calle Xàtiva y va a complicar la movilidad de los peatones en uno de los ejes más comerciales de la ciudad".
Del mismo modo, Català ha reprochado a Ribó y Grezzi que hayan intentado dar la imagen de que esta decisión sobre Cirilo Amorós se ha adoptado contando con el consenso de los vecinos y comerciantes.
Según le han transmitido, "la realidad es que los vecinos y comerciantes tienen que asumir este cambio de sentido como un mal menor, porque sin que nadie les consultara se han encontrado con un diseño de la calle Russafa impuesto y condicionado por la construcción del carril bici en Regne de Valencia".
Por último, ha considerado la segregación del carril bus en la calle Mestre Racional, justo delante de los colegios Maristas y Loreto, como "una decisión sectaria de Grezzi, que no hubiera adoptado si estos centros no fueran de educación concertada, y que se ha adoptado sin tener en cuenta a los padres que a diario recogen a sus hijos".
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