La crisis del coronavirus ha generado importantes efectos en la economía.
La
entrada en la fase I y, con ello, la posibilidad del reinicio de la
movilidad y de las actividades productivas que desde el mes de marzo
se habían restringido
“generando efectos disruptivos en la economía y el empleo, con una
profundidad que no tiene precedentes en nuestra historia y con una
dimensión social también histórica, va a requerir de una acción
colectiva y unitaria que nos permita dar la mejor de las respuestas
posibles ante el escenario que se nos presenta”.
Así
lo ha expresado la secretaria general de Comisiones Obreras en el
Camp de Morvedre y el Alto Palancia en un comunicado en el que
recuerda que en el
ámbito territorial del Camp de Morvedre “nos encontramos con un
arranque moderado donde las grandes y medianas empresas, muchas ellas
vinculadas al sector auto y que se habían acogido a ERTES, están
produciendo a un ritmo mucho menor que el habitual porque la demanda
no se ha recuperado y por tanto la producción se ha visto afectada
por ello. Otras industrias importantes de nuestro entorno como las
vinculas al sector agroalimentario o al sector energético se han
visto mucho menos afectadas y no han reducido significativamente su
volumen de producción”.
Por
otra parte, los
sectores de Servicios como los comercios, la hostelería y
restauración, los servicios financieros, el turismo, los servicios
culturales, etc. “han tenido que acometer una serie de cambios
estructurales y organizativos necesarios para la prevención de la
expansión de la pandemia y, por ello, a la hora de reiniciar sus
actividades van a tener que abordar unas inversiones y cambios en la
prestación de sus servicios que está dificultando mucho la puesta
en marcha. En estos sectores la reactivación va a ser compleja y con
un volumen de actividad mermado, de manera que va a hacer que la
recuperación del empleo también sea muy lenta y, probablemente,
conlleve una pérdida importante del mismo. Las actividades
exportadoras también están restringido
la actividad productiva y eso en nuestro entorno también supone una
pérdida importante de dinamismo en nuestra economía. Por
eso, desde CCOO, insistimos mucho en que las medidas que se adopten
para la reactivación económica y productiva de nuestro entorno
vayan encaminadas, fundamentalmente, hacía el sostenimiento del
tejido productivo y del empleo vinculado a tejido empresarial”.
En
cuanto a la seguridad como el “distanciamiento social”, la
desinfección de las instalaciones y la higiene personal, así como
el
uso de mascarilla como medida preventiva, tanto para la persona
trabajadora como para los clientes,
“van a requerir a las Administraciones Públicas y a las empresas
la obligación de disponer de los medios preventivos sanitarios
suficientes con el fin de garantizar el cumplimiento de las
recomendaciones de las autoridades sanitarias para evitar los
contagios por COVID-19”.
Ante esta situación CC OO considera
“fundamental conjugar prestaciones económicas y sociales, para
cubrir las necesidades básicas de las personas, con un gran plan que
recomponga los daños ocasionados en el tejido productivo y reactive
la economía y la creación de empleo”.
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