Cosme Herranz
Hace unas semanas la Junta
directiva de Iniciativa Porteña organizó la cena de Navidad para socios/as y
simpatizantes del partido/asociación. Y como siempre, la hicimos en un
restaurante de El Puerto porque tenemos que fomentar el comercio local y más en
estos tiempos tan difíciles de crisis que está destrozando las economías de
las familias y de los negocios locales. Manolo González, nuestro portavoz en
el Ayuntamiento de Sagunto, recuperó gracias a un funcionario, unas
estatuillas que conmemoraban el centenario de El Puerto, 1902-2002. Lo peor de
todo es que las iban a tirar a la basura. En fin, prefiero callarme lo que
pienso porque me gusta ser una persona respetuosa y tolerante; incluso con
cosas tan deleznables como ésta.
Manolo se las entregó a 2
personas muy importantes de IP. Nuestro concejal Sergio Paz, una persona que
ha luchado y lucha por la defensa del Patrimonio Industrial de El Puerto; y a
nuestra presidenta Pilar Berná, una defensora de la identidad porteña y una
persona que sabe tirar de IP gracias a su tenacidad, su trabajo bien hecho, su
cordialidad... que ha conseguido que la Junta de IP sea como una gran familia.
En este tipo de encuentros
los/as socios/as y simpatizantes aprovechan para dialogar y quejarse a nuestros
concejales de temas bastantes relevantes: el cierre de la oficina del INSS, el
no tener ayuntamiento propio con 44.000 habitantes y que esté en una población
con 22.000 (algo inusual), por qué mis impuestos se invierten en Sagunto y no
en arreglar mis calles, mis aceras, mis jardines que falta les hacen; la
supresión de los plenos en El Puerto, que ha llevado a que muchas personas
mayores no puedan acudir a ellos al estar a ¡más de 5 km! Por qué no respetan
nuestro topónimo, por qué en mi DNI pone Sagunto si no soy saguntino, sino
porteño. Y así un sinfín de preguntas, todas ellas muy justificadas.
Nos felicitaron por
defender la identidad porteña y a El Puerto y también por la Audiencia Pública
sobre la viabilidad de construir una estación de tren en El Puerto, organizada
por el grupo de “Modelo de ciudad” de IP con nuestro incansable y trabajador
Juan Guillén a la cabeza.
Era una noche fría,
preámbulo de la llegada del invierno, una noche de viento que hacía que las
hojas de los árboles cayeran al suelo y formaran alfombras marrones que al pisarlas
sonaban a eso, a invierno. Mientras la Luna, tan lejos y a la vez tan cerca,
competía con las farolas para iluminar la esperanza de muchos/as porteños/as de
conseguir un pueblo independiente, El Puerto, nuestro Puerto.
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