Malabrocca se presentará en Valencia el día 16.Lo
nuevo de ZETA es una clásica Pale Ale en su versión
americana. Receta a base de la afamada malta pálida Maris Otter, de
origen inglés, combinada con la potencia de dos lúpulos americanos
como el Cascade y el Mosaic. El resultado es la Malabrocca,
una cerveza de alta fermentación y baja graduación alcohólica,
fácil de beber, seca, refrescante, con tonos a cereal, nuez y
galleta característicos de la Maris Otter y, en aroma, las poderosas
notas cítricas de los lúpulos americanos.
Pocos
estilos de cerveza se asocian tanto a una geografía como las Pale
Ale a las Islas Británicas. Es emblema entrar a cualquier pub y
calzarse una pinta sin pestañear a temperatura de bodega. El gusto
frutal, ligeramente amargo y la baja carbonatación. El servicio
desde los clásicos y tradicionales cask que impulsan
manualmente la cerveza del barril a la copa… Toda una colección de
particularidades que forman parte de la cosmogonía misma de la
cerveza.
Malabrocca
se presentará en Valencia el próximo jueves 16 de noviembre, en
Las Cervezas del Mercado by BWK. El espacio, ubicado en la planta
baja del emblemático Mercado de Colón, ha configurado toda una
semana con lo mejor del catálogo de ZETA en sus grifos. Ocho de los
grandes éxitos cerveceros de los valencianos (Hell, Hop, Zendra,
Nublar…) servidos en barril, presididos por la nueva Malabrocca,
que durante ocho días, hasta el 23 de noviembre, vendrán
acompañados por los mejores montaditos de la casa: la clásica
titaina del Cabanyal, espencats, chistorras, salmorejo con caballa,
ensaladillas… Una semana grande de “Zelebración” para
conmemorar la llegada de un estilo tan clásico, tan entroncado en la
matriz cervecera como el Pale Ale.
Las
Pale Ale son bebibles, refrescante y cargadas de tradición. Garantes
de la famosa y ansiada drinkability y precursoras de todo el
abanico de cervezas amargas y lupuladas que vienen causando furor en
las últimas décadas. Con este nuevo estilo, la fábrica con sede en
Alboraya recupera la mirada sobre una familia de cervezas con poca
incidencia en su catálogo (constelado de cervezas de baja
fermentación), que por primera vez, estará accesible y servido en
barril bajo un mismo espacio tan cervecero como Las Cervezas del
Mercado.
Volver
a la Pale Ale más clásica es virar hacia la familia de cervezas
que, con seguridad, ha despertado en una legión de consumidores el
germen del conocimiento cervecero. Malabrocca es un homenaje, sin
tonterías ni añadidos, a los inicios de la cerveza craft.
Una receta que nace de la colaboración de ZETA con la cervecería
madrileña El Pedal, ubicada en Lavapiés, que también
explora la elaboración bajo el nombre de Cerveza Sin Freno, y
se incorpora a la línea de cervezas colaborativas de los de
Alboraya, las Brewing With Bros Series.
El nombre y la etiqueta de esta
American Pale Ale se inspiran en el universo de las dos ruedas,
rindiendo tributo a uno de los primeros grandes mitos del ciclismo:
Luigi Malabrocca. Corredor entusiasta de la década de los 40, sin
ninguna gran victoria en su palmarés, la fama alcanzó a Malabrocca
por sus enconadas luchas por la maglia nera del Giro de
Italia. Una distinción primitiva (remunerada, además), que
acreditaba, por entonces, como último clasificado de la Gran Vuelta
italiana.
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