El delantero del Levante Roger Martí (c) durante el partido. EFE El Eibar no falló en su primera final particular, y goleó al Levante en
un gran partido de los armeros, que demostraron no querer acariciar los
puestos de descenso ante un Levante que se vio superado en puntería e
incluso en intensidad por un equipo local que se tomó el partido tan en
serio como la ocasión merecía.
Eibar y Levante empezaron muy
fuertes, con mucha intensidad, y los visitantes probaron a Yoel en el
primer minuto del partido, en un partido que ambos querían jugar en
campo contrario bajo la insistente lluvia de Ipurua.
Pese al
frenético arranque, ninguno de ambos equipos se hacía con el mando del
centro del campo, y el choque parecía un correcalles, precioso para el
espectador, eso sí.
Pese a la insistencia local, hasta el primer
cuarto de hora era el Levante quien superaba la primera línea defensiva
del Eibar y llegaba con más peligro que los locales al área rival.
Al
Eibar se le agarrotaban los músculos ante un Levante que sólo esperaba
su oportunidad para hacer daño a la contra, aunque con más corazón que
acierto.
Pedro León pudo cambiar el sino del partido, pero se
encontró con el portero más parador de Primera, un Aitor que despejó a
córner a más clara ocasión local hasta ese momento.
Los
visitantes pasaban más tiempo en el campo del Eibar que al revés, y el
público, conocedor de la necesidad de puntuar de los suyos, animaban sin
parar en busca de un empuje que los de Mendilibar parecían necesitar.
Y
tras una jugada a balón parado llegó el tanto armero de Charles que
daba vida a un Eibar que lo que más necesitaba era precisamente la moral
que sólo un gol le podía otorgar.
La primera parte entraba en su
último cuarto de hora con ventaja local en el marcador, pero con la
incertidumbre de saber que el Levante podía hacer daño en cualquier
contragolpe, y eso que aún Morales no había aparecido demasiado en
ataque.
El Eibar se llenó de moral y buscó el segundo antes del
descanso, aunque sus buenos intentos se encontraban una y otra vez con
la bien colocada defensa levantinista.
Así acabó la primera
parte, con un Eibar que se marchaba al vestuario por delante en el
marcador, pero sabedor de que aún podía pasar de todo en el partido .
Los
de Paco López arrancaron la segunda mitad con la clara intención de ir a
por la igualada, aunque ello supusiera dejar huecos atrás, como el que
aprovechó Chales para poner más distancia en el marcador a los dos
minutos de la reanudación, con un testarazo perfecto a pase de Enrich.
El
Levante intentaba recomponerse, pero no sabía cómo atacar la defensa
del Eibar, pese a que Yoel evitó el tanto del Levante en el minuto 53.
Con
el paso de los minutos, el Eibar se iba haciendo cada vez más dueño del
partido, mientras que los de Paco López parecían venirse abajo ante un
marcador difícil de remontar en Ipurua.
Ambos entrenadores
pensaron en mover los banquillos, cada uno buscando sus propios
intereses, y el choque entraba en otra fase pese a la ventaja local en
el marcador.
El VAR entró en juego en el minuto 68 para decidir si pitaba una pena máxima favorable a los locales, que finalmente pitó.
Charles
no fue capaz de firmar su hat trick, ya que Aitor le adivinó al
lanzamiento y además dejó a su equipo con vida a falta de algo más de un
cuarto de hora para el final.
El Levante se vino arriba tras el
penalti errado por los locales, sabedor de que aún tenía opciones para
entrar en el partido, mientras que las urgencias clasificatorias de los
locales le hacían dar un paso atrás en su lucha por los tres puntos.
En
cualquier caso, los locales supieron replegarse y no conceder
demasiadas ocasiones, sabedores de la importancia delos tres puntos.
Y en esas, apareció Orellana para sentenciar un encuentro que ya de por sí parecía acabado ,
Así, el Eibar dio un paso de gigante para alejar los fantasmas del descenso y decir bien alto que sigue vivo en esta Liga.
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