La versión de Cheers de Telecinco y la mítica serie de los 80. FOTO TELECINCO.ESAunque las comparaciones son siempre odiosas, los dos primeros capítulos de la versión española de 'Cheers' estrenados en Telecinco dejan muy buen sabor de boca. La adaptación, solvente y prometedora, ha comenzado su andadura en la noche dominical, a la espera de conocer el resultado de audiencia para trasladarla a partir del lunes 19 de septiembre al prime time de Telecinco de lunes a jueves.
La serie cuenta la vida en el bar de nombre como en la serie mítica de la CBS emitida en los 80 y los actores españoles bordan sus papeles, destacando el de Antonio Resines, quien interpreta al psiquiatra Frasier -magistral y desternillante la escena de la hipnosis- y la de Chiqui Fernández, nuestra particular y corrosiva Carla Tortelli.
La serie es buena. Los guiones excelentes. Y los actores están a la altura. Hasta la sintonía, cantada por Dani Martín, es perfecta. Ahora es cuestión de tiempo: que Telecinco tenga paciencia y deje que los personajes se metan en el papel y nos hagan reír.
Al igual que en el 'Cheers' original, el dueño del bar es una estrella
del deporte venida a menos. Alberto San Juan es el Sam Malone patrio
y da vida a Nicolás Arnedo, un personaje, que a diferencia del
interpretado por Ted Danson, no era jugador de beisbol sino de fútbol.
Como el inolvidable Sam, Nico es un hombre alérgico al compromiso y
vanidoso, cuya afición a las mujeres y a la bebida truncó su carrera
como futbolista de élite cuando jugaba en el Cádiz.
Rebeca, el personaje al que da vida Alexandra Jiménez,
es fruto de la unión de Diane Chambers y Rebecca Howe,
personajes a los que daban vida Shelley Long y Kirstie Alley,
respectivamente, en diferentes temporadas de la serie. Sofisticada,
terca y engreída, Rebeca Santaolalla es una niña bien venida a menos
que desea recuperar su posición social.
Si Sam Malone y sus parroquianos tenían al entrenador Pantusso, la
clientela de Nico tendrá al Míster. Pedro Panero, entrenador de Nico
durante su juventud, se convierte en el consejero de la versión
española de 'Cheers', en una especie de padre, el Pepito Grillo.
El encargado de dar vida al
cateto Woody Boyd en España será Adam Jezierski, que se mete en la piel
de Yuri Semionov, un joven polaco al que Nico le dio una oportunidad
haciéndole un contrato que le permitiera quedarse en España de forma
legal. Simpático, optimista e ingenuo, nunca pierde la sonrisa ni el
acento y siempre está recordando su pueblo.
La camarera más deslengüada de 'Cheers' mantendrá su esencia en la
versión de Telecinco. Al igual que Rhea Perlman, Chiqui Fernández es
una camarera poco agraciada, incisiva y mordaz. Es la mano derecha de
Nico en el negocio, la personificación de la eficacia.
Mientras el psiquiatra Frasier Crane aparece en el 'Cheers' original en
la segunda temporada como prometido de Diana, Félix Simón, su álter ego
español forma parte del reparto desde el comienzo de la serie y no
estará prometido con la camarera. Siguiendo la estela de Fraiser, el
actor cántabro Antonio Resines da vida a un psiquiatra enamoradizo,
analítico, muy inseguro y neurótico al que la crisis le ha obligado a
buscar empleos alternativos. De tener éxito 'Cheers', Telecinco piensa en adaptar 'Frasier', el 'spin off' de la serie americana y que también cosechó un gran éxito.
Entre los incondicionales del 'Cheers' también está Blas Román, un
personaje que guarda muchas similitudes con Norm Peterson (al que daba
vida George Wendt en la versión original de 'Cheers'. Blas, al que da
vida Pepón Niego, está en paro, al igual que el contable, con el que
comparte además su afición a la cerveza. Vago y bonachón en un
principio estaba traumatizado con la idea de estar en el paro pero
ahora le cuesta entender la razón por la que la gente está obsesionada
con el trabajo.
El cartero sabelotodo Cliff Clavin tiene su particular versión española
en el ordenanza del Ministerio de Asuntos Exteriores Ricardo Rodero,
soñador, fantasioso y fanfarrón, da una importancia desmesurada a su
puesto por lo que le llaman El Ministro.
Los actores defienden con solvencia sus papeles y nos recuerdan a los de la serie de la CBS. Sin embargo, la versión de Telecinco conectará con la audiencia si los guiones son adaptados a la realidad española y, en parte, nos hacen olvidar a Sam, Carla y, sobre todo, a Frasier. Y para ello, además, hará falta que la cadena de Mediaset tenga paciencia si los datos de audiencia no son los esperados al principio. Paciencia... y éxito.
(los dos primeros capítulos de estreno obtuvieron un 15'6 y 16'6% de cuota de pantalla)
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