La calidad de las materias primas, la
elaboración cuidada de todos sus productos de una manera casi artesanal y el
trabajo diario en contacto con los clientes son las máximas para sentar las
bases de un proyecto a largo plazo.
Los orígenes del proyecto se remontan cuando
Tomás Martínez, propietario de Chocomel, llega a París, con 19 años con una
beca, y se encuentra con Fouchon, la catedral de la pastelería. En aquel
momento supo que iba a perseguir un objetivo que sería montar una pastelería
con un salón de té en su ciudad.
Tomás Martínez comenzó su formación muy joven en
un restaurante de Puerto de Sagunto – la antigua Fogata- y se muestra
especialmente agradecido con Eusebio y Satur “que me inculcaron su
profesionalidad para poder empezar mi camino”, recuerda. Continuó su formación
en la Escuela de Hostelería de Cambrils y pasó por restaurantes como El Bully o
El Celler de Can Roca, entre otros, para pasar a formarse en el ámbito de la
pastelería y realizar diversos “stage” en Francia, con uno de los hermanos
Balaguer, y en varias pastelerías, entre ellas la Pastelería Tugues de Lleida.
Tras esta etapa, Martínez considera que es el
momento de iniciar su propio proyecto “y de plasmar todos los conocimientos
adquiridos. Con toda la ilusión del mundo, quisimos poner en marcha un tipo de
negocio que no existía en aquel momento en Puerto de Sagunto, con la máxima de
innovar, tener un concepto distinto, arriesgar y apostar por el conocimiento”.
Desde el primer momento, Chocomel, cuyo nombre viene de los dos
productos más importantes que se utilizan en la pastelería, el chocolate y la
miel, tuvo muy buena acogida. Esta acogida ha ido aumentando progresivamente
hasta convertir a Chocomel en un verdadero referente, sinónimo de calidad y
cuidada elaboración de los productos.
Amplia gama
Chocomel cuenta actualmente con una amplia gama
de dulces que abarcan desde el coulant de chocolate; el brownie con mousse de
canela y yema tostada; mousse de mandarina con frutos rojos, o la tarta de
tres chocolates, entre otros. En cuanto a los salados destacan el pastel frío
de salmón; surtido de cocas; cruasanes rellenos o los bocadillos fríos.
También ofrece Chocomel servicio de catering
(vasito de salmorejo con virutas de jamón; diferentes quiches; brazo de gitano
salado de jamón y queso) así como panes artesanales de masa natural.
En breve comenzará la temporada de los bombones (rocas de
chocolate, nubes de frambuesa y de chocolate), y también los turrones artesanales
basados en el chocolate. Los clientes pueden degustar café de alta calidad de
cafés arábicos así como chocolate a la taza artesano, así como desayunos,
almuerzos y meriendas.