Cosme Herranz. La Real Academia Española
de la lengua define civismo como "comportamiento respetuoso del
ciudadano con las normas de convivencia pública". Una
definición clara y sencilla pero fundamental para la convivencia en
los pueblos y ciudades.
Y hay una serie de
aspectos básicos que la ciudadanía en general tiene y debe de
cumplir.
En primer lugar, el
reciclaje. En pleno siglo XXI es muy difícil que alguien pueda
justificar el por qué no recicla. Es triste ver como algunas
personas, cada vez menos, tiran toda la basura mezclada al mismo
contenedor sin sentir el más mínimo pudor. Y eso que tenemos todo
tipo de contenedores, el Ecoparque, el Ecoparque móvil y a los/as
trabajadores/as de la SAG que muy amablemente vienen a la puerta de
tu casa a recoger aquellos enseres que ya no te sirven y te los
llevan ellos mismos al Ecoparque. En octubre podremos ver en las
calles de El Puerto el contenedor marrón solo para restos orgánicos.
Ya no hay excusas.
En segundo lugar, el
respeto a los animales. Es fundamental tener en cuenta que los
animales también tienen derechos, y más aquellos pobres animales
que están en la calle (gatos, perros...). Por eso, desde aquí
quiero felicitar a SOS Animales, el Refugio de Tula, Colonias Felinas
y tantas personas anónimas que se dedican a alimentar, curar y
cuidar de los animales más indefensos. Entre ellos, a mis padres.
Desde siempre hemos alimentado a los animales abandonados y era lo
normal en cualquier barrio. Los/as niños/as les bajábamos comida.
Mis padres siguen haciéndolo y recogiendo lo que sobra para tirarlo
a la basura, por supuesto. Da gusto ver a los voluntarios de Colonias
Felinas llamar a los gatos y ver como acuden con el rabo levantado y
maullando de contentos. Al acabar recogen todo y lo dejan bien
limpio.
En tercer lugar, la
preocupación por los más indefensos. En El Puerto tenemos claros
ejemplo de asociaciones y personas que nos pueden dar muchas
lecciones: Cáritas, PAH, Stop Desahucios, El Centro Solidario de
Alimentos, diferentes colectivos, personas anónimas que dedican
parte de su vida a ayudar a sus vecinos/as y un largo etcétera.
En cuarto lugar, el no
tirar papeles, chicles, cigarros, botes... al suelo. Es tal la falta
de civismo cuando veo algunas de estas acciones que a veces no me
puedo callar. Tenemos papeleras, contenedores y sino, como siempre he
hecho yo, al bolsillo. De esta forma mantendremos El Puerto más
limpio. Esta claro, que los/as trabajadores/as de la SAG pasarán y
lo limpiarán, como siempre hacen, pero es cuestión de civismo.
Podría extenderme más
pero he explicado algunos de los principales actos cívicos.
Entre todos/as debemos
colaborar para formar una sociedad más justa, más ecológica, más
limpia, más respetuosa con los animales y la naturaleza, con las
personas, más acorde con los nuevos tiempos, y en definitiva, más
CÍVICA. Los/as porteños/as podemos hacerlo.
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