La menopausia es un proceso fisiológico que acontece entre los 45 y los 55 años y en el que tiene lugar el cese permanente de la menstruación. El aumento de la esperanza de vida ha hecho que cada vez haya más mujeres menopáusicas, incrementando así el número de personas con enfermedades relacionadas con este periodo vital de la mujer. Este proceso se produce por una serie de cambios hormonales, fundamentalmente el descenso de estrógenos (disminuyendo el efecto antiinflamatorio de esta hormona en la encía) y progesterona (reduciéndose la densidad ósea y apareciendo la osteoporosis), que tienen como consecuencia una serie de manifestaciones clínicas de tipo general como los sofocos y las alteraciones psicológicas, pero también una serie de síntomas a nivel oral. Así pues, existe un aumento en la incidencia de xerostomía (sequedad de boca), afecciones como el liquen plano, el penfigoide benigno, el síndrome de Sjögren, el síndrome de boca ardiente y la enfermedad periodontal. Vamos a ver los distintos síntomas con más detalle:
El síndrome de boca ardiente es el síntoma más frecuente en las mujeres postmenopáusicas. Se caracteriza por un ardor intenso y una sensación de quemazón que afecta principalmente a la lengua y, en ocasiones, a los labios y las encías. Esta afección puede además dificultar la ingesta de comida y provocar sequedad bucal o dolor dental.
La boca seca es debida a la disminución en la secrección de saliva y puede generar problemas para masticar y tragar, así como también una alteración en el sabor de los alimentos e incluso en en habla.
La gingivitis descamativa es una alteración que se caracteriza por producir separación de las capas externas de las encías dejando al descubierto terminaciones nerviosas lo que produce dolor y molestias.
La enfermedad periodontal , afectación de la salud de las encías que está relacionada con las alteraciones que se producen en el hueso ya que tres de cada diez mujeres sufren desgaste óseo como consecuencia de la menopausia, desgaste que puede afectar a los huesos maxilares. Esta afectación sin embargo, solo parece ocurrir en mujeres con problemas previos de encías, que se agravarían como consecuencia de la menopausia.
Por lo que se refiere a la osteoporosis, algunas mujeres con osteoporosis toman un grupo de medicamentos conocidos como bisfosfonatos que suponen un riesgo de padecer una rara alteración conocida como osteonecrosis de los maxilares que genera una infección y destrucción del hueso de la mandíbula cuando se somete a determinados procedimientos odontológicos como las extracciones o la colocación de implantes. Es por tanto muy importante avisar al dentista antes de cualquier tratamiento dental.
A parte de lo anteriormente mencionado el manejo odontológico de estas pacientes presenta ciertas peculiaridades que deben ser consideradas como el empleo de estimulantes de la secrección salival o de sustitutivos de la saliva en el caso de sequedad bucal y la importancia de una correcta prevención con un buen control de placa bacteriana con el fin de disminuir el riesgo de aparición de infecciones a nivel oral.
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