Cotino con Fabra, en Castellón. FOTO GVAEl Vicepresidente tercero y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, ha asegurado, esta tarde, que "tanto las Cofradías de Pescadores, como los Ayuntamientos y el Gobierno de la Generalitat, nos oponemos frontalmente a dos decisiones nefastas del Gobierno Central, como son las desaladoras y las prospecciones petrolíferas que parecen tener como único objetivo perjudicar los intereses de la Comunitat Valenciana". El Vicepresidente ha realizado estas declaraciones al término de la reunión mantenida esta tarde con el alcalde de Castellón, Alberto Fabra, y con representantes de la Cofradía de Pescadores de este municipio, en la que se han abordado, entre otras cuestiones, las afecciones de la desaladora de Oropesa sobre la pesca en el litoral de Castellón. Tras la reunión, Cotino ha denunciado la política hídrica del Gobierno central, basada en la desalación, y la ha calificado de "irresponsable, inviable e insostenible desde todos los puntos de vista, ya que estas instalaciones afectan de manea directa al medio marino y a los recursos pesqueros, el gasto energético que necesitan para funcionar es desorbitado, y el agua que producen es tan cara que no se puede pagar". Según el Vicepresidente, "en ningún caso podemos admitir que el Gobierno Central nos ofrezca, como alternativa al trasvase del Ebro, la construcción de una serie de desaladoras a lo largo de nuestro territorio a costa de esquilmar nuestros recursos pesqueros y medioambientales", ha añadido. "Es más, estas instalaciones no serían necesarias si, de la misma manera que el agua del Ebro llega a municipios de Cataluña que se encuentran a unos 140 kilómetros, es decir, la misma distancia que habría desde el Ebro a Castellón, esa agua, que en muchas ocasiones se pierde en el mar llegara a la Comunitat Valenciana". Así, el Vicepresidente ha reclamado al Ministerio que "igual que el trasvase del Ebro llega a Cataluña, llegue a la Comunitat ya que se solucionaría el déficit hídrico que padece". Cotino ha insistido en que "tampoco vamos a permitir que se realicen unas prospecciones petrolíferas que resultarán mortíferas para un sector, como el pesquero, que ya está muy afectado por la crisis económica y que con estas dos medidas su situación se agravará notablemente", ha asegurado el Vicepresidente. Afección a las praderas de Posidonia "Además -ha continuado el Vicepresidente-, todos los informes técnicos reconocen que las desaladoras tienen un fuerte impacto sobre las praderas de posidonia y de cymodocea y a toda su biodiversidad asociada, que desempeñan funciones ambientales muy importantes ya que son una gran fuente natural de captación de oxígeno, fundamental para la reproducción de especies marinas" "Por lo que -ha asegurado el Vicepresidente y conseller de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Juan Cotino, estas praderas se ven seriamente amenazadas con la instalación de estas plantas, debido a los vertidos de salmuera". En este sentido, el Vicepresidente ha asegurado que la Conselleria de Medio Ambiente ha requerido en reiteradas ocasiones la información necesaria para poder valorar la afección a los caladeros de pesca en la zona, así como para poder emitir la Autorización Ambiental Integrada de la planta desaladora, "sin embargo, después de varios años, todavía no disponemos de los datos solicitados para emitir dicha autorización". "Concretamente, el Ministerio de Medio Ambiente todavía no nos ha dicho cómo piensa realizar los tratamientos de los fangos derivados de la actividad, ni cuál es el modelo que va a aplicar para dispersar la salmuera en el mar, ni cómo va a solucionar las posibles interferencias con el emisario submarino de aguas residuales programado para esa zona". "No nos han facilitado la información que les llevamos tiempo solicitando, sin embargo sabemos, por lo que está ocurriendo en otras zonas de nuestro litoral en las que también se están construyendo desaladoras, como El Campello, en las que los recursos pesqueros ya se están viendo afectados, con áreas en las que ya no se pueden realizar capturas". Respecto a la desaladora de El Campello, en el transcurso de la reunión, se han aportado estudios facilitados por las Cofradías de El Campello y Formentera donde se demuestra el grave impacto ya la afección que estas instalaciones tienen sobre la fauna marina. Además, la desaladora de Oropesa está muy cerca de una zona LIC que podría verse afectada por los impactos negativos de su construcción y puesta en marcha", ha añadido. Tres argumentos de peso en contra El alto consumo energético de las desaladoras, el precio del agua y el impacto medioambiental son los tres argumentos de peso por los que el Consell siempre se ha opuesto a que la desalación sea la alternativa al déficit hídrico estructural que sufre nuestro territorio y principalmente nuestra agricultura. Según Cotino, la desalación produce hasta 11 veces más gases de efecto invernadero que los trasvases. "Por eso representa una alternativa ambientalmente insostenible". "Pero, además, si comparamos el agua desalada con la procedente de un trasvase, resulta cinco veces más cara, por lo que su utilización para los regadíos resulta del todo inviable", ha añadido. "Asimismo -ha continuado-, las desaladoras están previstas en primera línea de costa, una circunstancia que constituye un atentado medioambiental, ya que consumen una gran cantidad de suelo y energía y disparan las emisiones de CO2". "Por todo esto, la desalación no es en absoluto la solución al déficit hídrico que padece la Comunitat Valenciana, y únicamente debe entenderse como una medida complementaria y puntual en determinados ámbitos y, sobre todo, para garantizar el abastecimiento urbano". Un 32% de los Presupuestos del Estado para desaladoras "A pesar de todos los argumentos en contra de la desalación, y que desde el Consell llevamos años denunciando por sus perjuicios sobre nuestro litoral, más del 32% de los presupuestos del Ministerio de Medio Ambiente para 2011 está destinado a la construcción de desaladoras, entre ellas, la de Oropesa, a la que destinará este año más de 26,4 millones de euros". Para el Vicepresidente existen actuaciones mucho más urgentes que las desaladoras para paliar la escasez hídrica que sufre nuestro territorio. "Está claro -ha continuado- que la construcción de desaladoras no es una medida que vaya a resolver los problemas de hídricos de la Comunitat Valenciana, donde hacen falta aportes externos, es decir, trasvases de cuencas excedentarias". "Igualmente, son mucho más necesarias las obras destinadas a la mejora de la gestión hídrica de los recursos disponibles, es decir modernización de regadíos y reutilización de aguas residuales, así como las actuaciones destinadas a la prevención frente a inundaciones", ha asegurado Cotino. Precisamente es en esos campos en los que ha Generalitat ha trabajado de manera más intensa y donde se ha realizado un mayor esfuerzo inversor. "A pesar de todos nuestros esfuerzos, de la inversión en sistemas y en infraestructuras de ahorro y gestión hídrica, la Comunitat Valenciana sigue arrastrando un déficit hídrico histórico". "Por todo ello, vamos a continuar defendiendo la integridad del trasvase Tajo-Segura y la recuperación del trasvase del Ebro, en el marco de una planificación hidrológica nacional al servicio de todos los españoles, así como la solución del trasvase Júcar-Vinalopó viable para sus usuarios", ha concluido Cotino.
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