José Camarillas.Nos presentamos a las elecciones con un
plan de trabajo para el día a día y un programa sencillo para las
instituciones (pero gigante si se llevase a cabo): pan, trabajo, casa
y libertad. Y prácticamente hemos planteado al gobierno de Burjassot
todas nuestras propuestas electorales (recuperar servicios
privatizados, crear un parque público de pisos en alquiler social,
aumentar ayudas contra el hambre y la pobreza energética, exigir
cláusulas sociales en los contratos, etc.). Algunas de ellas, han
sido denostadas antes de aprobarse en el pleno. Otras, enfriadas en
los cajones. Pero, ¿qué se puede esperar de un partido que vende el
“No es no” y luego vota que sí al gobierno de Rajoy (ni comento
lo que ha supuesto para la clase trabajadora) pese al mandato de sus
bases y votantes?
Nosotros sí que hemos cumplido la
palabra que dimos. Y como prometimos, hemos hecho caso omiso a los
cantos de sirena y rechazamos entrar a un gobierno que se dice de
progreso pero que reduce 180000 euros en becas de comedor; que
elimina puestos de trabajo de la brigada de obras; que incumple
contratos firmados con Esquerra Unida para aumentar las ayudas
sociales y crear un parque público de pisos en alquiler social (y
trata de hacernos creer que lo cumple cambiando el nombre a las
partidas) o que pone en riesgo la viabilidad del ayuntamiento
reduciendo impuestos antes de las elecciones y mirando hacia otro
lado ante los más de 400000 euros de deudas de grandes empresas
(mientras embarga a pensionistas).
Nosotros defendemos en el Ayuntamiento
lo que demostramos en la calle. Un ejemplo reciente lo tenemos con la
defensa de la educación. No sólo llevamos al pleno nuestra
propuesta de crear una escuela oficial de idiomas (pues somos la
única ciudad universitaria de Valencia sin este servicio), sino que
por tercer año desarrollamos en nuestra sede, sin más ayuda que la
de voluntarios y voluntarias, la Universitat Popular de Burjassot. Un
espacio de enseñanza libre donde ofertamos a todo el mundo clases
gratis de repaso escolar e idiomas. Y donde brindamos alternativas de
ocio, como teatro, baile y un centro excursionista.
Porque hasta que las instituciones no
brinden oportunidades, el pueblo debe organizarse. El régimen
expulsa a la clase trabajadora del sistema educativo por la vía de
la elitización, la privatización y la subida de tasas. Los
poderosos han decidido que nos quieren fuera. Nosotros y nosotras, en
cambio, decidimos que queremos construir con solidaridad un nuevo
mundo donde la educación y la cultura se hagan a la medida de las
personas.
Desde abajo, de forma igualitaria, con
el único interés de abrir mentes y grilletes, es como se construye
la verdadera unidad popular. ¡Contamos contigo!
Comparte la noticia
Categorías de la noticia