Desde
este domingo, 6 de septiembre, y hasta el segundo domingo de febrero,
se abre la temporada de caza para las modalidades deportivas en gancho y
batidas en la Comunitat Valenciana, que principalmente se centran en el
jabalí. En los últimos años estas modalidades de caza mayor han ganado
en número de seguidores en la autonomía por la proliferación del jabalí.
La actuación de los cazadores es clave para evitar que una
superpoblación de jabalíes genere daños a la agricultura o accidentes a
su paso por carreteras, señalan desde la Federación.
El
aumento de ejemplares de esta especie cinegética se produce por
“disponer de un hábitat idóneo, por la existencia de mucha masa forestal
y monte bajo, lo que, unido a la ausencia de predadores, facilita su
reproducción y expansión geográfica”, explica el ingeniero del Gabinete
Técnico de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana, Román
Samper. El delegado de caza mayor en la Federación, Francisco Garijo,
coincide en el aumento de aficionados por “el
incremento de las poblaciones de caza mayor” y hace hincapié “en la
necesidad de practicar con seguridad todas las modalidades y en especial
la caza mayor debido a las características de esta, para el disfrute de
una jornada de caza”.
Además,
la caza en gancho y batida permite compartir la jornada con otros
muchos cazadores, acompañados de rehalas de perros. La única diferencia
entre ambas es el número de participantes: un máximo de 60 personas sin
número limitado de perros para las batidas y un máximo de 15 personas y
30 canes que baten una extensión de terreno, donde previamente se han
apostado los cazadores, en gancho.
Las
modalidades deportivas de caza mayor ganchos y batidas cuentan con una
regulación específica en nuestra autonomía recogida en la orden 3/2012
del 19 de enero de la Conselleria de Medio Ambiente donde se estipulan
los lugares de caza, armas y munición que se pueden utilizar,
señalización, normas de seguridad, etcétera.
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