Desde hace unos días, el mundo mira la invasión rusa de Ucrania. A pesar de estar este país a más de 3.000 kilómetros de distancia de España, la guerra entre ambos países puede provocar efectos directos en nuestro país.
En principio, según los expertos, la guerra se mantendrá lejos de España. Eso sí, sus efectos económicos repercutirán de manera directa en nuestro país. Rusia y Ucrania son piezas clave en la energía y en la agricultura para Europa. Además, del gas que llega a España, el 40% procede de Rusia. Este gigante también abastece más de un cuarto del petróleo que se consume en la UE. Ucrania produce un 35% de todo el trigo que compra la UE y casi el 75% del aceite de girasol, razón por la cual este último producto esté empezando a llegar con cuentagotas y algunos supermercados hayan tenido que establecer una cantidad máxima de compra por cliente.
Así, la invasión rusa, que empezó el 24 de febrero, ha generado una fuerte subida de los precios de las materias primas. La gasolina en España ha alcanzado ya el precio más caro de la historia: se acerca a los 2 euros y los expertos advierten de que en las próximas semanas la tendencia no va a cambiar. Asimismo, el precio de la luz, que ya empezó a subir el año pasado, sigue haciéndolo. Además, el precio del gas ya se ha disparado más de un 60%.
La previsión del IPC para 2022 era de un incremento del 4,6% en la media anual. Sin embargo, tras el inicio de la guerra, el Índice de precios al consumo estima que la inflación podría llegar al 5,6%. Es más, si el riesgo se perpetúa, podría incrementarse hasta el 6,5%.
Según los expertos, además de las energías, los productos básicos, como el pan, subirán. Ya lo están haciendo. Al subir el grano para los piensos, subirán los costes para los ganaderos y el precio final que se pagará por los lácteos o la carne, por ejemplo, también lo hará.