El gluten está presente en muchos alimentos. /EPDALas asociaciones de
celiacos advierten que una importante parte de la población tiene
una intolerancia al gluten sin saberlo
La celiaquía es una
condición que impide consumir alimentos con gluten. Los celiacos han
de mantenerse lejos de productos tan presentes en nuestra dieta como
la harina de trigo ya que su cuerpo sufre duras consecuencias al
ingerirlo. Sin embargo existen varios grados de intolerancia al
gluten y los más leves tienen unas secuelas tan ligeras que las
autoridades médicas advierten que pueden pasar casi desapercibidos
para la población. De hecho las asociaciones de celiacos señalan
que darse cuenta de la condición es más complicado de lo que
parecen y una parte importante de la población celiaca no sabe que
tiene una intolerancia alimentaria que puede ir a más si no toman
conciencia y empiezan a limitar el consumo de gluten.
¿Pero cuales son
los síntomas que han de ponernos en alerta? ¿Cuando merece de
verdad la pena acudir a nuestro médico a hacernos las pruebas? Lo
primero que has de pensar es que tener uno de los síntomas no tiene
por qué significar que sufres de celiaquía, pero si observas que
aparecen siempre que consumes un producto con una gran cantidad de
harina o si acumulas varios de ellos puede ser conveniente acudir a
tu médico y consultarle sobre los mismos.
Estos son los
principales síntomas que pueden indicar que eres celiaco.
La distensión
abdominal es uno de los síntomas de muchas enfermedades que se
producen cuando tienes intolerancia al gluten
La diarrea crónica.
La diarrea al consumir pan, pasta o pizza es una de las consecuencias
más habituales de tener intolerancia al gluten o ser celiaco, aunque
no es el único.
Gases. Muchos
alimentos pueden provocar gases en tu organismo, pero si sufres
muchos, prueba a comer sin pan un tiempo a ver si se reducen. Si lo
hacen, es muy probable que seas celiaco y no lo sepas.
Te sienta mal la
leche. La intolerancia a la lactosa es una condición que suele
acompañar la intolerancia al gluten. Puede ser buen motivo para
hacerte las pruebas.
Heces blandas. Si
empiezas a acumular muchas heces blancas es un indicador de que no
estás digiriendo bien los alimentos y puedes ser intolerante al
gluten.
Náuseas o vómitos
habituales. En los grados más graves de intolerancia al gluten
nuestro cuerpo puede vomitar los alimentos. En cualquier caso si
tienes vómitos habituales lo mejor que puedes hacer es consultar con
tu médico de cabecera.
Dolores abdominales.
Como ya habrás aprendido a estas alturas, nuestro abdomen es una de
las zonas más sensibles si eres intolerante al gluten. Asó que si
tienes dolor abdominal de forma habitual es aconsejable que te hagas
las pruebas.
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