Los
campos florecen, los termómetros suben y el sol empieza a pasar más
horas acompañándonos. La
primavera ya está aquí y,
como se suele decir, la sangre ya se está alterando en todas partes.
No
es para nada mentira, tiendas eróticas como https://www.easytoys.es/
dan buena fe de ello, ya que es la época en la que más aumentan sus
pedidos. Pero también es la época en la que las personas más
descuidan su salud.
Se dejan llevar por todo lo que se puede hacer cuando hace buen
tiempo y dejan atrás todas aquellas prácticas que les permitían
cuidar su organismo al máximo.
¿Quieres
salir de esta primavera con una salud más férrea? Entonces
solo tienes que seguir leyendo, porque te vamos a explicar todo lo
que necesitas hacer.
Reforzándote en primavera
Con
este cambio de estación todo cambia. El calor empieza a elevarse,
surgen más actividades al aire libre y, en definitiva, la rutina
invernal empieza a deshacerse para dar paso a la veraniega. El
problema es que todo esto al final nos lleva a cambiar ciertos
hábitos que nos ayudaban a mantenernos
en forma y con una buena salud.
No
hay que abordar la primavera con miedo, todo
lo contrario. Es
una época para disfrutar, para pasarlo bien con amigos y familia y,
sobre todo, para prepararse de cara a las vacaciones veraniegas.
Puede que sí sea la peor estación del año para las personas
alérgicas, pero eso no evita que también sea una estación de lo
más disfrutable.
Y
puedes disfrutarla mientras refuerzas tu salud y te
encuentras mejor que nunca.
Con los consejos que te traemos, ten por seguro que saldrás de la
próxima primavera listo para el verano y en mejor estado que nunca.
El sexo
es un buen aliado
La
práctica sexual
ha demostrado ofrecer una gran cantidad de beneficios tanto a nivel
mental como físico. El sexo libera endorfinas que hacen que mejore
nuestro estado de humor y nos encontremos mucho mejor tanto con
nosotros mismos como con quienes nos rodean, y a la vez es algo que
nos activa físicamente.
Además,
puede ser divertido
y también ayuda a reforzar el bienestar en pareja.
Hay quienes abogan por explorar nuevos horizontes sondeando productos
como un Plug
anal,
también los hay que prefieren ser más tradicionales en la práctica.
Al final, da igual una forma u otra, pero está demostrado que el
placer íntimo es bueno, y más en esa primavera que tanto nos
altera.
No
descuides tu dieta
Somos
lo que comemos, y eso no debemos olvidarlo nunca. La
alimentación es clave para
el bienestar, y en primavera es habitual que haya cierto
desequilibrio. Empieza a salirse más a la calle para aprovechar el
buen tiempo, se acude a restaurantes, a terrazas, las típicas
cervezas al final de la tarde… Todo eso está muy bien y forma
parte de esas cosas que tanto se echan en falta durante las
estaciones más frías.
Pero
no hay que descuidar la alimentación. Intenta tener en cuenta estas
ocasiones con amigos o familia para equilibrar con unos
platos que complementen bien tu ingesta de nutrientes y
la suma de calorías para mantener una dieta equilibrada. No hay que
ir contando calorías ni mirando etiquetas, simplemente evitar el
abuso de ciertas comidas.
Ve
preparando tu piel para el verano
Como
decimos, durante esta estación el sol empieza a brillar más,
aprieta el calor y todo se va preparando de cara a la estación más
calurosa del año. Precisamente por eso, es aconsejable empezar a
aprovechar esta estación para que la
piel afronte el verano bien preparada,
bien “entrenada”.
¿Cuál
es la mejor manera? Intentando salir a dar
paseos a diario cuando haya sol para
absorber nutrientes y que la piel vaya empezando a desarrollar más
resistencia frente a los rayos solares. No te olvides de usar buenas
cremas protectoras para
esto, y procura mantener el hábito con cierta constancia. Así,
cuando llegue el verano y vayas a la playa o a la piscina, evitarás
esas molestas quemaduras que son tan peligrosas para la salud.
Intenta
mantener tu buen horario de sueño
Con
los cambios de horario, la mayor cantidad de horas de sol y los
nuevos planes que surgen en esta época, es habitual que en la
primavera el horario
de sueño se vea trastornado.
Suelen surgir más planes para hacer cosas por la noche, más
escapadas temprano y, en definitiva, más circunstancias que llevan a
reducir las horas de sueño.
El
problema es que esto acaba repercutiendo
en nuestro bienestar.
La mejor forma de evitarlo, claro está, es intentando mantener el
horario de sueño habitual. Pueden darse días en los que se altere,
y no pasa nada, pero hay que intentar que sean solo casos
ocasionales. El cuerpo necesita descansar para reponer energía y
funcionar, de lo contrario, acabará pasando factura.
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