La vávula EGR es la encargada de reducir las altas temperaturas en la cámara de combustión del coche diésel. De este modo, disminuye la producción de óxido de nitrógeno, un gas contaminante y tóxico. Una avería en ella conduciría a que los gases del tubo de escape no puedan ser recirculados a la cámara de combustión. Sin esta recirculación, la temperatura de combustión se mantiene alta y, en consecuencia, la producción de óxido de nitrógeno, tan impactante para el medioamebiente, también. Precisamente, este es el motivo por el que se empezó a implantar en los coches. Hoy día es posible encontrarla también en los motores de gasolina. No cabe señalar que sus efectos anticontaminación son notables. Lo que sí cabe destacar es que tiene cierta tendencia a acumular carbonilla, lo que puede conducir a fallos en el rendimiento del motor. Por consiguiente, en el presente artículo, DAPARTO te explica qué averías pueden afectar a la vávula egr, para que a la menor señal, las identifiques y puedas buscar así solución.
¿En qué coches se produce la avería?
Generalmente, una avería en la válvula EGR se produce en coches que circulan por ciudades. En los entornos urbanos, los coches paran y arrancan constantemente. Los semáforos, los pasos de peatones, los cedas al paso, el tráfico, etc. son factores que así lo requieren. Como consecuencia a estos parones y arranques, la carbonilla se acumula en la válvula, ya que el coche no llega a alcanzar una velocidad constante que ejerza presión suficiente sobre la válvula como para mantenerla limpia. La válvula, por ejemplo, no se ve resentida en aquellos casos en los que el automóvil circula por autopistas, porque aquí la velocidad sí es constante. Así pues, la tendencia a averiarse de la válvula aumenta en las urbes.
¿Cómo puedo saber si hay una avería?
Algunas de las señales que ayudan a identificar una posible avería en la válvula EGR son:
El motor no funciona correctamente.
El tubo de escape echa humo.
Al conducir, se notan sacudidas en el automóvil.
La luz de control del motor se mantiene encendida.
La luz de advertencia de los gases de escape se enciende.
Hay problemas a la hora de arrancar el coche.
La potencia del motor se percibe limitada.
El motor entra en modo de emergencia.
El consumo de combustible promedio se ve incrementado.
Cuando alguna o varias de estas circunstancias anteriores se producen, lo más probable es que la válvula EGR esté defectuosa. Así pues, conviene llevarla a un taller de coches. No obstante, previamente a ello, se puede limpiar el exceso de suciedad de la válvula o sustituirla por una nueva. Una de las formas de limpiarla es variando el uso del coche. Si no salimos del núcleo urbano, de vez en cuando se puede llevar a la autopista, para darle una velocidad constante que sí permita el funcionamiento óptimo de la válvula EGR. De este modo, la válvula termina por expulsar toda la carbonilla. Un cuarto de hora o veinte minutos es suficiente para mantenerla limpia, evitando así posibles averías.
Consecuencias de una válvula EGR defectuosa
Los fallos por avería en la válvula EGR no son inmediatos. Una válvula EGR defectuosa que no se reemplaza puede conducir a daños en el filtro de partículas, aumentando la contaminación en el colector de admisión, obstruyendo las válvulas de entrada y dañando el turbocompresor, cuya función principal es la de inflingir más potencia al motor.
¿Cómo evitar las posibles averías?
La causa principal es la suciedad en los conductos de admisión. Por tanto, la mejor forma de evitar averías y fallos en la válvula EGR es previniendo. Algunas medidas que pueden tomarse como parte de dicha prevención son:
Aceites de calidad
La carbonilla que se expulsa por el tubo de escape es producida por la combustión del aceite, de modo que si se usan aceites baratos, de mala calidad, la carbomilla aumenta y, por tanto, la vida útil de la válvula EGR se acorta.
Mantenimiento
Es recomendable realizar un mantenimiento periódico por el fabricante. De esta forma, se mantiene el motor cuidado en todo momento, evitando así que su funcionamiento empeore (con la consecuente producción de más carbonilla).
Descarbonización
La descarbonización consiste básicamente en desmontar la EGR y limpiarla. Esto puede hacerse con cierta regularidad, para qevitar que se obstruya. Si el coche se utiliza bastante en el núcleo urbano (por ejemplo: vehículos como un taxi), tomar esta precaución puede resultar conveniente.
Limpieza
La conducción de limpieza de carbonilla es lo que previamente en el artículo se comentaba de aprovechar las autopistas para alcanzar una velocidad constante. Esto puede hacerse, por ejemplo, en los viajes largos por carretera, en los que pueden meterse marchas cortas en un tramo en pendiente y poner el motor por encima de la mitad de su máximo de revoluciones. La descarbonización se produce pisando el acelerador durante unos cuantos minutos, a la par que se mantiene el coche en las circunstancias anteriores.