Benjamín Lafarga Hastío, inapetencia, desinterés y cansancio son los síntomas más repetidos al incorporarse al puesto de trabajo tras el mes de vacaciones.
Generalmente, estos signos suelen ser transitorios e inofensivos, pero si tras diez o doce días no se ha producido una readaptación a la rutina laboral pueden aparecer trastornos serios, como la depresión.
La vuelta al trabajo es un obstáculo que a muchos les cuesta superar, la llamada depresión o síndrome postvacacional.
Muchos individuos encuentran realmente difícil volver a incorporarse a las exigencias horarias y laborales, a unas rutinas habituales y a no disponer del tiempo libre que uno quisiera.
Los síntomas pueden ser muy diversos, entre otros, irritabilidad, estrés o ansiedadangustia, alteraciones del ánimo, tristeza, duda, sentimiento de culpa y fatiga,falta de concentración falta de sueño,taquicardias, mareos, cefaleas, sudoración.
Los síntomas son pasajeros. Suelen coincidir con el primer día y prolongarse hasta una semana más, que podría calificarse como el periodo de adaptación.
Esto se debe a que la capacidad de resistencia del individuo después de un largo periodo de relax aún no está habituada al ritmo frenético que impone el trabajo.
Técnicas para superarlo
Los expertos recomiendan controlarse y aumentar la confianza en uno mismo para evitar que esa desidia que caracteriza los primeros días de trabajo después de las vacaciones se prolongue y cause una alteración de la salud.
Es importante buscar nuevas expectativas, nuevos proyectos y no perder la ilusión en lo que al entorno laboral se refiere.
Las recomendaciones para superar esta vuelta al trabajo para aquellos que padezcan estos síntomas se basan en tomarse el retorno a la vida rutinaria pausadamente.
El ritmo de trabajo debe de ir de menos a más
Dése un tiempo de readaptación, ya que es imposible lograr un pleno rendimiento desde el primer día
No abandone de golpe el tipo de vida que haya llevado en vacaciones.
Sea paciente, no tenga prisas
No olvide hacer la siesta, aunque sea corta
Buscar tiempo libre todos los días, lo cual nos producirá una sensación satisfactoria.
No llevar trabajo a casa.
Hay muchos expertos que se muestran más partidarios de descansos vacacionales cortos que de unas únicas y largas vacaciones al año. Consideran, por una parte, que quince días ya permiten "desconectar y descansar", y, por otra, que la adaptación al trabajo será más difícil cuanto más largo sea el periodo vacacional.
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