El portavoz de Compromís per Vilamarxant, Juan Ponce, ha exigido la dimisión del responsable de Hacienda de este Ayuntamiento, el popular Alberto Ros, por su “horrorosa” trayectoria al frente de las cuentas municipales, “con la que hemos pasado de tener un superávit hace cinco años, a tener que ser rescatados hoy por el ICO”, afirmó el también diputado en las Cortes Valencianas.
El pleno celebrado esta mañana ha servido para aprobar la inminente petición de un préstamo por 2’2 millones de euros que irán destinados a pagar las deudas que la corporación mantiene con los proveedores, y a las que de otra manera no podría hacer frente. “Este es el triste colofón a la gestión de un concejal que ha tratado a la oposición con tanta soberbia como incompetencia ha demostrado llevando las cuentas del pueblo. Ha fracasado completamente y la única salida honrosa que le queda es pedir perdón por el daño causado y dejar el cargo”.
Préstamo que bloquea inversiones y que limita presupuesto municipal
Según Ponce, los intereses que generará este nuevo préstamo y que tendrán que pagar los vecinos de Vilamarxant a través de los impuestos municipales superará los 600.000 euros. Un hecho que lastrará las inversiones en el municipio y que deja bloqueada la recuperación económica en el municipio. De manera que, en los diez años del periodo de amortización, un ayuntamiento cuyos últimos presupuestos fueron de 5,7 millones de euros tendrá que devolver más de 3 millones, ya que a finales del año pasado el consistorio se vio obligado a pedir otro préstamo por el que tiene que devolver otros 365.000 euros.
Desde Compromís, apunta Ponce, “llevamos muchos años avisando de que acabaríamos lamentando todos estos excesos de nuevo rico, donde se ha gastado con pólvora de rey en inversiones poco productivas y en eventos de propaganda y protocolo que han provocado un resentimiento de los servicios públicos”.
“Al PP lo único que le ha importado es la fanfarria y buscar la manera de esconder el “pufo” de facturas sin pagar a proveedores que han generado durante su mandato y que han aflorado con la intervención del estado en las cuentas municipales, dado que no querían que la ciudadanía se enterase de su mala gestión y poca capacidad al frente del ayuntamiento de Vilamarxant, así como que el personal que todavía confiaba en ellos no saliera espantado”, apunta Ponce.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia