No solemos prestar atención a las monedas que llevamos en el bolsillo La llegada del EURO supuso un antes y un después en el día a día de los españoles. Además de experimentar una ampliación de precios con el cambio de moneda, los ciudadanos tuvieron que acostumbrarse a llevar en sus bolsillos monedas con rostros y motivos de otros países siguiendo los referentes culturales del resto de naciones de la Unión Europea.
Al principio estas nuevas monedas llamaban mucho la atención de la ciudadanía, pero poco a poco fuimos todos acostumbrándonos a ellas y dejamos de prestarles atención a sus motivos, para fijarnos solo en su tamaño y color que es lo que marca su valor.
Sin embargo, ese regla de “a más tamaño, más valor” solo se aplica al valor nominal de la moneda, pero no a su valor real, que es muy diferente al marcado por el Banco Central Europeo cuando entra en el mercado del coleccionismo numismático.
Los coleccionistas pagan mucho por las monedas con defectos de impresión, o con tiradas limitadas que pusieron pocos ejemplares en circulación, y ahí es donde tú puedes conseguir 4.000 euros si eres tan afortunado como para haber recibido alguna de ellas al recibir el cambio.
La pieza más codiciada por los coleccionistas es una pieza acuñada para Mónaco, un país que al igual que Andorra o El Vaticano usa el euro a pesar de no ser parte de la Unión Europea, y dedicada a la princesa, y reconocida actriz, Grace Kelly.
Esta codiciada moneda se lanzó en 2007 para conmemorar los 25 años del fallecimiento de Kelly en un accidente de tráfico y solo se acuñaron 20.001 ejemplares con el rostro de la princesa.
La moneda se reconoce por tener el rostro de la protagonista de “La Ventana Indiscreta” o “Atrapa un ladrón”, y con la leyenda Mónaco en la parte inferior a su derecha. Su reverso es, sin embargo, como todas las monedas de 2 euros que están en circulación.
La moneda cotiza con hasta 4.000 euros entre los coleccionistas.
Moneda dedicada a Grace Kelly. /EPDA
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