Miembros de la Guardia Civil proceden a la retirada de trozos de comida envenenada tras la muerte de un perro. EFE/Archivo La sección quinta de la Audiencia Provincial de Valencia ha confirmado la pena de seis meses de prisión a un colombicultor de Enguera (Valencia) por intoxicar fatalmente a un perro con una sardina que previamente había envenenado, al considerarlo autor de un delito contra la fauna.
La sala desestima el recurso presentado por el acusado y confirma la pena impuesta, que incluye seis meses de prisión e inhabilitación para el ejercicio de profesión, oficio o comercio relacionado con los animales, y para la tenencia de animales durante dos años.
La sentencia consideró probado que en octubre de 2015 el acusado, que era secretario de una asociación local de colombicultura, depositó una lata con una sardina envenenada en una zona dedicada al vuelo y entrenamiento de palomos deportivos a fin de eliminar a gatos u otros animales que habían causado la muerte de algunos palomos.
Dos días después de colocar el veneno, una vecina de la localidad salió a pasear a su perra, el animal ingirió el veneno y a los pocos minutos empezó a dar muestras de la intoxicación.
La perra, cruce de ratonero valenciano, de seis años y medio de edad, recibió asistencia veterinaria durante más de cinco horas, pero resultó infructuosa y murió por fallo multiorgánico.
La sustancia tóxica no pudo ser analizada porque el acusado, al saber que la perra se había intoxicado, retiró la lata de sardinas y se deshizo de ella.
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