La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un año y seis meses de cárcel a un hombre por estafar a otro con la compra de 500 televisores para una cadena de hoteles, en la que invirtió 136.000 euros.
La sala le condena como autor responsable de un delito de estafa a la citada pena y al pago de una multa de 1.440 euros, así como a indemnizar a la víctima con 89.958,96 euros, con devengo del interés legal de tal cantidad desde la querella.
Los hechos ocurrieron en 2012, cuando el ahora condenado, con antecedentes penales, era apoderado de una mercantil que tenía por objeto social el comercio al por mayor de aparatos y material radioeléctrico, energías renovables y suministros eléctricos.
La entidad tenía el Registro Mercantil cerrado por no haber depositado las cuentas del ejercicio 2011.
En diciembre de 2012, el procesado se ofreció a la víctima a solucionar un problema de facturación que tenía como autónomo y suministrador de una partida de 500 televisores para los hoteles del Grupo Gimeno de Castellón.
Según declara como probado la sentencia, "la adquirente le exigía por razones de política empresarial que la facturación se llevara a efecto por una mercantil y no a través de un autónomo".
El condenado se ofreció a la víctima a facturar por él a través de su empresa, repartiéndose la ganancia o comisión que el trabajador iba a ganar con la operación, que ascendía a 15.000 euros.
Para ello el procesado necesitaba adquirir previamente los televisores y como carecía de liquidez, y ocultando a la víctima su situación de insolvencia personal y de la mercantil que manejaba, le propuso que adelantara ésta el dinero para la compra prometiendo reembolsarla luego, recoge el fallo.
La víctima avanzó la compra en dos remesas de 41.458,96 euros y 95.000 euros, que sirvieron para adquirir los aparatos.
Para cubrir la devolución y obtener la confianza del estafado, el acusado emitió y firmó el mismo día dos pagarés en nombre de su mercantil por un importe total de 150.000 euros sin fecha de vencimiento y que nunca tuvo intención de hacer efectivos.
Una vez suministrados, el Grupo Gimeno abonó al acusado en nombre de su mercantil la mayor parte del importe de los televisores sin que éste devolviera a la víctima la cantidad cobrada, un total de 136.458,96 euros que le había adelantado para adquirir y suministrar los aparatos.
Tras reclamar, el condenado cedió a la víctima la parte del crédito que aún quedaba por cobrar, 26.500 euros, le transfirió 20.000 euros y le entregó 7.800 euros que correspondía a la mitad de lo que iba a ser la ganancia en la operación.
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