La Confederació
d´Empresaris del Comerç, Servicis i Autònoms de la Comunitat Valenciana (CONFECOMERÇ
CV) ha destacado que el aplazamiento de las fiestas de
las Fallas y la Magdalena supondrá un impacto económico en la autonomía, aunque
se trata de una decisión de fuerza mayor, que atiende a “razones de salud
pública” para frenar la expansión de la enfermedad.
Desde Confecomerç CV se advierte que la repercusión del coronavirus en el
pequeño comercio todavía es incipiente, por lo que sería prematuro aventurar sus
efectos, si bien el sector contempla la situación con cierta “preocupación”, aunque
con cautela, teniendo plena confianza en el Sistema de Salud Público, y en las
medidas adoptadas por el gobierno, así como en su capacidad de actuación y
coordinación con las Comunidades Autónomas.
“Estamos ante un escenario, que va cambiando día tras día, por lo que
debemos estar plenamente informados de las directrices a seguir que nos vayan
indicando las autoridades, siendo necesario transmitir tranquilidad, seguridad
y confianza en un panorama que se avecina complicado”, ha destacado el
presidente Rafael Torres.
Desde la patronal autonómica del comercio instamos a que el gobierno actúe
de manera rápida y contundente con medidas que permitan ayudar a los pequeños
comercios y autónomos a sobrellevar las consecuencias que puedan derivarse del
coronavirus en distintos ámbitos (laboral, fiscal, económico y sectorial), además
de la previsión de contemplar un plan de incentivo del consumo una vez superada
la crisis.
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