Alcalde de Sedaví. EPDA En estos momentos, se cumple un año desde que se decretó el confinamiento estricto domiciliario como consecuencia de la pandemia de la COVID – 19, que había oficialmente comenzado pocas semanas antes. A la hora de escribir estas líneas, nos encontramos en un momento de incertidumbre, sin saber si el avance de la vacunación supondrá el final definitivo de la enfermedad, o el devenir de la pandemia nos deparará una cuarta, quinta ó quizá última ola.
De cualquier manera, una cosa parece evidente: el final de la epidemia nos traerá como resultado –nos ha traído ya- una crisis económica y social muy importante, con el aumento de las cifras del desempleo como consecuencia inmediata y a su vez el aumento de demanda de servicios sociales tanto a nivel económico como asistencial. En estos momentos, la tasa de desempleo estatal ha ascendido desde el 13,2 % de principios de 2020, a un muy preocupante 16,0 % de principios de 2021. Además, no podemos olvidar que todavía tenemos alrededor de 800.000 trabajadores/as en ERTES, que podrían fácilmente engrosar las cifras del paro si la salida de la crisis sanitaria no es rápida o adecuada.
No podemos olvidar que esta crisis, como siempre, no se distribuye por igual. Como en todas las crisis siempre afecta a los más débiles. El aumento del paro ataca especialmente a los colectivos vulnerables, en particular mujeres (que son mayoritarias en los sectores más afectados por la pandemia), personas con discapacidad (que trabajan en sectores de servicios e industriales afectados por ERTEs), jóvenes en búsqueda de su primer empleo, etc…. A modo de ejemplo, el paro masculino está, según cifras de los servicios de empleo, en el 14 %, mientras que el desempleo femenino supera el 18 %.
Desde la administración tenemos la obligación de hacer fuertes nuestros servicios sociales y preparar una campaña de choque contra la que se avecina, bien reforzando nuestros medios personales así como económicos ya que muchas personas necesitaran nuestra respuesta inmediata para poder cubrir sus necesidades básicas. Agradecer el trabajo de todos los equipos de servicios sociales a lo largo de este año así como del tiempo venidero. Su trabajo es esencial y necesario siempre pero en momentos de crisis aún más si cabe.
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