Salva Montesinos. EPDA En estos tiempos que corren, para nuestra desgracia, existen muchos actos de violencia, los cuales condeno rotundamente. Pero esta opinión es sobre la violencia de género. Sé que puede llevar a confusión, pero debo aclarar que la violencia de género es la violencia ejercida sobre la mujer por el mero hecho de serlo, sin más. Esto implica que cualquier mujer es susceptible de sufrir maltrato, de que el hombre machista ejerza sobre ella su poder por el mero hecho de ser hombre y creerse superior a cualquier mujer.
Pero entonces ¿Qué pasa con el hombre que ha sido maltratado? También es violencia, y la condeno, pero no es de género, no es violencia machista. Pienso que hay que identificar y reconocer otras violencias y ponerle nombre, porque lo que no se nombra no existe y por lo tanto no tiene reconocimiento, lo que conlleva a ese malestar de otras violencias que se quieren encuadrar en la violencia machista cuando no lo son. De este modo se terminaría la disputa, identificar las diferentes violencias, ponerle nombre y condenarlas. Pero claro, eso no le interesa al populismo de ambos extremos, porque se terminaría la confrontación. Creo que la violencia machista es un problema tan grave que no debería manipularse de esta manera.
Es muy importante tener esto claro para poder entender y apoyar a esas mujeres maltratadas y condenar esa violencia de género a través del manifiesto del 25 de noviembre, el cual evidentemente, ha firmado nuestro partido Ciudadanos.
El proceso es largo, pero tenemos herramientas para poder ir cambiando a la sociedad. Es importante la atención individualizada con cada mujer maltratada, en eso no hay duda, pero es fundamental la educación para prevenir futuros maltratadores. Es un trabajo que debemos hacer, no solo desde la administración, sino desde la ciudadanía, que es la que realmente puede visibilizar este problema.
Todo suma, los hombres igualitarios sirviendo de referente a otros hombres y las mujeres por ser mujeres defendiendo nuestros derechos. Ambos somos educadores y de nosotros depende el futuro de nuestros hijos e hijas.
La violencia contra la mujer es una lacra, es necesario contar con toda la sociedad, energía, convencimiento, ímpetu, y más herramientas si cabe,
Tengo dos hijas y quiero que sean independientes, autosuficientes, que tengan las mismas oportunidades que cualquier ciudadano y sobre todo quiero que vuelvan a casa todos los días.
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