Juan Vicente Pérez.
El
Partido Popular acaba de presentar los Presupuestos con más gasto
social gracias a las políticas de reformas llevadas a cabo para
afrontar una crisis a la que la izquierda no supo hacer frente,
negando una y otra vez un problema que nos ha llevó al borde del
precipicio, y eso hay que recordarlo. Con el debate de los
Presupuestos la izquierda ha vuelto a quedar en evidencia, con un
PSOE liderando la incongruencia política al proponer ahora todo lo
contrario a lo que hizo el anterior gobierno socialista.
Ante
la contundencia de todas las estadísticas nacionales e
internacionales, e incluso de la opinión de su tan recurrente
Financial Times, vademécum progresista, la izquierda tira del manual
marxista para intentar justificar la cuadratura del círculo. Ahora
nos venden que la economía crece por la bajada del petróleo y las
ayudas del BCE, no por las medidas adoptadas por este Gobierno,
obviando que España crece a un ritmo que triplica la media de la UE
y que confirman los últimos datos del PIB.
Su
fácil recurso sobre las pensiones no se sostiene, puesto que fueron
ellos quienes las congelaron por primera vez en la historia. Ahora
van ganando poder adquisitivo y se han garantizado ante la desastrosa
gestión socialista. También aluden a los desastrosos efectos de la
Reforma Laboral que, según ellos, ha provocado el mayor número de
despidos de la historia y claro, no se entiende que se esté creando
medio millón de empleos al año, invirtiendo una tendencia que
provocó la mayor destrucción de empleo de la historia: 3'5
millones.
Nos
venden que con el PSOE se mejorará la competitividad de la economía
española, cuando fueron ellos quienes abandonaron el gobierno en
2011 para que fuera otro quien sacara a España de la crisis y
trabajara por la reducción del déficit y la recuperación
económica. Así mismo, no se sonrojan cuando dicen que España fue
rescatada con la oposición del PSOE, olvidando también que Jordi
Sevilla en octubre de 2012 afirmaba que "un rescate por parte
de la UE le vendría bien a España sin más demoras", lo
que hubiera supuesto someternos a recortes exhaustivos y a una
pérdida de soberanía que se evitó gracias a que el Partido Popular
no cedió y evitó el rescate.
Apuntan
que España crece a costa de la estabilidad laboral, sin tener en
cuenta que 3 de cada 4 asalariados tienen un contrato indefinido. O
que, ahora, reducirán los niveles de desigualdad social, después de
provocar la mayor desigualdad social de la historia con la
destrucción de más de tres millones de puestos de trabajo. Pero de
perdidos al río, y argumentan que si baja el paro es debido a que
muchos españoles han tirado la toalla. Por eso ahora, la creación
de empleo supera la reducción de paro.
Y
continúan con que ha caído la renta disponible de las familias,
ahora, tras tres años de duros ajustes que han provocado que el
consumo de las familias repunte mes a mes, gracias al flujo de
crédito, a la bajada de precios, etc., rematando con que el PSOE
reducirá el déficit y la deuda pública. Los mismos que dejaron un
déficit oculto de 30.000 millones de euros, endeudando España hasta
los 92.000 millones, dejando un gasto desbocado en las
Administraciones Públicas, un déficit tarifario, proveedores sin
pagar... Ahora hablan de deuda, cuando el déficit actual se debe a
los intereses que hay que pagar por su despilfarro y falta de
previsión ante la caída de ingresos por la destrucción de empleo.
La
recuperación impulsada por las reformas y la responsabilidad del PP
permite que hoy podamos hablar de los presupuestos más sociales.
Cuatro años después del desastre que dejó el PSOE, podemos hablar
de crecimiento gracias a ese espíritu reformista que ha liderado
todas las políticas puestas en marcha por el Partido Popular.
Crecimiento y recuperación que hemos conseguido entre todos y que
debemos consolidar desde la Política y no desde la demagogia.
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